La espera ha sido larga, pero ha merecido la pena. Sin duda. La experta mano de Kyle Phillips ha capitaneado la reforma del Real Club de Golf Las Brisas, una de las grandes creaciones del que fuera durante muchos años su maestro, Robert Trent Jones.

Phillips fue, en efecto, uno de los discípulos predilectos del legendario diseñador inglés criado en Estados Unidos, y trabajó con él muchos años, en los que se empapó de su filosofía y de su modo de hacer las cosas.

Kyle es además el creador de prestigiosísimos campos de golf en todo el mundo y uno de los arquitectos más reconocidos en la actualidad. Nadie mejor que él podría ‘interpretar’ y adaptar a nuestros tiempos las ideas básicas del mítico diseñador, dice Paul Muñoz Langley, director general del emblemático campo enclavado en el Valle del Golf de Marbella, a escasa distancia del glamuroso Puerto Banús.

El respeto al diseñador del campo ha guiado la gran reforma que, iniciada hace tres años con los primeros nueve hoyos, finaliza ahora con la de los segundos nueve. Su apertura está prevista para las próximas semanas.

Los socios están muy satisfechos con el resultado, asegura el director general de este campo escenario de dos Copas del Mundo (1973 y 89) y de cuatro torneos del Circuito Europeo (Open de España 1970, 1983 y 1987 y AmEx Mediterranean Open 1990). Jack Nicklaus y Johnny Miller estarían sin duda encantados del ‘nuevo’ campo si volvieran a jugar en Las Brisas y evocaran el triunfo mundial que consiguieron aquí hace 42 años.

Y no es para menos. El resultado salta a la vista: simplemente espectacular.

Muñoz Langley pone como ejemplo de la satisfacción de los socios el hecho de que para la reforma de los primeros nueve hoyos acordaron un presupuesto de 1,9 millones de euros y, vistos los buenos resultados, para la de los segundos nueve autorizaron un gasto de 3,3 millones. En total, 5,2 millones de euros, lo que una idea de la magnitud de los trabajos.

En esta segunda fase se ha cambiado y dotado de nueva infraestructura a toda la superficie de estos segundos nueve hoyos, un vivero de mas de 2.500 metros cuadados, sistema de riego, nueva red de drenajes, cuatro puentes, una nueva presa, el laminado de calles con arena y de roughs con tierra vegetal, la renovación integral del diseño junto con todos sus bunkers, tees y greenes.

Se han actualizado seis hoyos conforme a los planos originales, y otros tres son totalmente nuevos: 15, 16 y 17. El campo ha ganado distancia, pasando de 6.130 a 6.600 metros, y el par se mantiene en 72.

Haciendo honor a su fama de jardín botánico con gran variedad de especies, muchas de ellas exóticas, el ‘nuevo’ campo no sólo no ha prescindido de ninguno de sus árboles, sino que ha incrementado el número de ejemplares. “Hemos trasplantado 299 árboles y plantado 45 nuevos”, ilustra el director del club.

Una vez completada la renovación del campo de 18 hoyos, la etapa de reformas afectará al campo de prácticas, para pasar de 200 a 250 metros de distancia. Se acometerá en principio en 2017. “Vamos a dejar un año de descanso para que los socios puedan disfrutar de un campo sin obras”, dice Muñoz Langley.

“Va a ser un proyecto bonito”, explica, “porque queremos poner seis target greens y cerraremos algún día las salidas de prácticas para hacer un pequeño recorrido de pares cortos para que la gente que está empezando a jugar y se quiere introducir en el mundo del golf tenga un método más ameno de hacerlo”.

La reforma de los nueve segundos hoyos del RCG Las Brisas ha conllevado multitud de actuaciones, que se detallan a continuación.

Hoyo 10. A tan solo unos pasos del nuevo chiringuito, se encuentra su nuevo tee trasero, que ha hecho que la zona de caída de bola esté algo mas lejos en este par 4. Los antiguos bunkers de la derecha han sido rediseñados para salvaguardar el giro interno de este dogleg hacia la izquierda de jugadores de hándicap bajo. Esto permitirá a los jugadores con mas hándicap jugar mucho más a la derecha. También se ha añadido un tee por delante del resto, posicionado al lado derecho de la línea de tiro de los demás, justo a la izquierda del camino de bu­ggies. El green y sus bunkers se ha acortado un poco, permitiendo que las pendientes colindantes sean más suaves alrededor de las mismas. El trasplante selectivo de árboles ha conseguido devolver una bella vista del mar.

Hoyo 11. Este hoyo permanece en la misma posición, con vistas desde lo alto al lago y al mar. El green se ha acortado en distanci,a reposicionándolo así más al borde del lago, custodiado por un largo bunker a la izquierda de la entrada de green. Esta pequeña pérdida en la distancia total del hoyo se ha compensado añadiendo un tee trasero adicional. Se han ampliado y ahondado los bunkers de ambos lados del green para atrapar golpes demasiado largos.

Hoyo 12. Las plataformas de tee traseras e intermedias de este par 5 han sido resituadas desde el margen izquierdo del arroyo al margen derecho del mismo, manteniendo así todos los tees en línea, eliminando de este modo la necesidad de tener una valla protectora en la parte izquierda de los tees. Un nuevo bunker fija el objetivo desde los tees y entra en juego para los grandes pegadores. Este bunker reemplaza a los dos bunkers cortos de calle. Para añadir definición, se han construido dos nuevos bunkers más en la parte exterior de la segunda zona de caída de bola. Se han ampliado tanto el tamaño del lago como el tamaño del complejo de green. Este último se ha reposicionado para tentar a los grandes pegadores, incitándolos así a tratar de alcanzar el green de este corto par 5 en tan solo dos golpes, pero aumentando mucho más el riesgo de caer al agua por golpes imprecisos.

Hoyo 13. Este, par 4, dogleg a la izquierda, se ha resituado más hacia la izquierda. Todos los olivos de esta zona han tenido que ser trasplantados en la parte derecha del hoyo, separando así al jugador del entorno exterior y de la carretera. Se han añadido nuevos bunkers de calle, uno largo a la izquierda y otro a la derecha. El nuevo complejo de green se ha alejado en su conjunto, generando así mucho mas espacio del lindero de la propiedad.

Hoyo 14. Este hoyo ha sido rediseñado y ahora es el par 4 más largo del campo. Un largo golpe entre los olivos, junto a un alargado bunker de calle a la derecha, será el mejor ángulo con el que atacar el golpe de approach al nuevo green. Golpes sin precisión serán penalizados por el lago, que ahora se deja ver muy cerca de la parte trasera izquierda del green.

Hoyo 15. Una serie de factores como la venta del terreno adyacente al campo, donde se encontraban los 18 hoyos pares 3, la construcción de viviendas en dicho terreno, la proximidad de las viviendas, el pronunciado dogleg a la derecha sobre las mismas y la poca separación del antiguo green del hoyo 15 con los tees de los hoyos 12 y 16, han tenido mucha repercusión para el club en el pasado. El diseño de este nuevo par 5 pone solución a todo lo antes mencionado. Se juega cuesta arriba a un complejo de green en un entorno natural y custodiado por las hermosas acacias africanas a su derecha. Desde los tees, el arroyo delimita la parte derecha del hoyo, habiendo que sobrepasar de segundo golpe el lago existente. Este potente par 5 equilibra así ambos recorridos de 9 hoyos devolviendo al campo el par 72 original.

Hoyo 16. Con la existencia, a su derecha, del lago del hoyo 18 con su cascada y unas vistas espectaculares con la casa club como telón de fondo, este par 3 que se juega desde lo alto se ha dispuesto en una de las zonas mas bellas de todo el campo. La combinación de todos lo elementos proporcionan un entorno majestuoso y desafiante al hoyo más corto del recorrido.

Hoyo 17. Este largo y desafiante nuevo par 4 se juega en dirección inversa respecto al antiguo hoyo 17. El golpe de salida deberá sobrevolar el lago, y la zona de caída de bola se sitúa justo en lo alto del repecho, justo la misma zona que la del antiguo hoyo. El golpe de approach se juega cuesta abajo sobre el arroyo hacia un amplio green, enclavado entre olivares y bien custodiado por bunkers, justo a la derecha de lo que antes eran los tees del hoyo 17.

Hoyo 18. El hoyo 18 reposa esencialmente en el mismo sitio. Se han ampliado los tees hacia atrás, desplazándolos hacía la izquierda y realineándolos más con el centro de la calle. Se ha añadido un nuevo bunker justo a la altura de la caída de bola de drive, que define muy bien el borde del lago, atrapando todas aquellas bolas largas que vayan en esa dirección, evitando así que caigan al agua. Se ha añadido también un carry bunker a la derecha. El green se ha desplazado hacia delante y bajado en altura, facilitando así, una mejor visibilidad del green, consiguiendo a su vez que los bunkers y las pendientes colindantes conecten mejor con el green.