En el corazón de la Costa del Sol, sobre el cálido Mediterráneo, hay un lugar donde la naturaleza se funde sutilmente con el horizonte marino: Finca Cortesín. Este exclusivo resort está situado en una de las zonas más tranquilas y con mayor proyección de la costa mediterránea, en el municipio de Casares, entre Marbella y Sotogrande, a sólo 1,5 km de la playa y bien comunicada por autopista con los aeropuertos internacionales de Málaga y Gibraltar. El conjunto se levanta sobre una finca de 215 hectáreas divididas en 5 grandes áreas: 150 hectáreas de campo de golf y zonas verdes, hotel, spa y club deportivo, beach club y zona residencial.

Finca Cortesín es uno de los campos de golf españoles mejor valorados mundialmente por revistas internacionales como Golf Digest. El campo fue diseñado por Cabell B. Robinson en plena armonía con el paisaje mediterráneo y el entorno natural. La labor paisajista fue obra de Gerald Huggan, que intentó resaltar todas las características naturales de la zona donde se ubica el campo. Todo el conjunto crea un balance perfecto entre la multitud de variedades de flora y el típico bosque mediterráneo.

Inaugurado en 2006, se trata de un par 72 exigente con 6.802 metros de longitud. Greenes grandes y ondulados, calles amplias, rough penalizante, extensas plataformas de tees y numerosos bunkers colocados estratégicamente, convierten a este campo en un escenario perfecto para celebrar campeonatos de todos los niveles. Finca Cortesín ha sido sede durante tres años del Volvo World Match Play Championship, uno de los más prestigiosos torneos del mundo a nivel profesional.

 

MÁS ASEQUIBLE

Las plataformas de salida ofrecen 5 posiciones de tees diferentes, lo que permite afrontar un campo mucho más asequible de 5.884 metros para caballeros y de 4.840 metros para señoras, incluyendo un “executive gold tee” para que los jugadores de hándicap más alto o seniors también puedan disfrutar del campo. Asimismo, la calidad de sus instalaciones y el servicio que ofrecen están avalados por las certificaciones de calidad ISO 14001, 9000 y Q de Calidad Turística.

De la magnífica imagen que proyecta internacionalmente Finca Cortesín tiene buena parte de ‘culpa’ el equipo de mantenimiento del campo, un pequeño batallón de 22 trabajadores capitaneados por el greenkeeper Antonio Gálvez y el head greenkeeper Ignacio Soto

Sobre el trabajo en equipo, Ignacio comenta: ”El éxito de un greenkeeper está muy ligado al apoyo de la gente que le rodea. El greenkeeper es responsable de crear un buen equipo, y el campo, en gran parte, refleja el trabajo de todos y cada uno de los trabajadores”.

“En Finca Cortesín”, prosigue, “nuestros trabajadores están muy involucrados con el difícil reto que tenemos a diario. La clave para el buen funcionamiento del mantenimiento de nuestro campo no es otro que estar bien rodeado. Tanto mi director de Golf, Carlos Beautell, como mi asistente, Antonio Gálvez, son dos personas fundamentales en este proyecto. Entienden a la perfección nuestra forma de trabajo y son mi apoyo fundamental. Me siento un privilegiado por la gente que me rodea en Finca Cortesín”.

Respecto al juego del golf, Ignacio considera fundamental que todos los empleados del campo entiendan este deporte y si es posible lo practiquen. “En Finca Cortesín“, explica, “animamos a todos nuestros empleados a que jueguen al golf: es una vía directa a entender y hacer su trabajo de la mejor forma”.

Refiriéndose a la importancia de la comunicación, Ignacio destaca que “intentamos salir y visitar otros campos para sacar ideas y detalles positivos que se puedan incorporar a nuestra metodología de trabajo”. Y añade que “del propio personal de nuestro campo también se aprende mucho, ya que cada uno son dos ojos más que revisan cada zona del campo y proporcionan comentarios y detalles que favorecen el trabajo y la presentación diaria del campo”.

Desde su llegada en 2009 a Finca Cortesín con motivo de la preparación del campo para la primera edición del Volvo World Match Play, las primeras decisiones de   Ignacio Soto estuvieron enfocadas a buscar la naturalidad, la sostenibilidad y el disfrute del jugador. Para ello, el campo requería una labor de limpieza y selección de las variedades cespitosas adecuadas a la climatología de campo.

 

PREPARACIÓN DEL CAMPO

Recuerda Ignacio que la preparación del campo para la primera edición del torneo fue dura porque se trataba de “un campo joven donde la planta todavía se estaba asentando y presentaba un aspecto débil, un campo con mucho movimiento de tierra, lo que requirió de un mayor tiempo de establecimiento del césped en todas las zonas de juego”. Pero el campo llegó en buenas condiciones para la celebración del torneo y los greenes respondieron a las expectativas y a la exigencia demandada. El éxito condujo a la continuación del torneo en Finca Cortesín en las dos siguientes ediciones.

Originariamente los antegreenes eran de una mezcla de Festuca arundinacea y Poa pratensis y las calles de Bermuda var. 419 se resembraban con Poa trivialis. Ignacio realizó varias pruebas y apostó por simplificar el número de especies cespitosas presentes para conseguir una mayor homogeneidad en todas las zonas de juego. Para ello se decidió establecer como única variedad principal la Bermuda var. 419 en todas las zonas de juego, a excepción de los greenes.

Los cambios resultaron acertados y actualmente el campo mantiene una estética y definición uniforme con una planificación de mantenimiento diseñada para no resembrar. Ésta fue una decisión fundamentada en las características constructivas del campo como son: una base de suelo adecuada, un diseño de las pendientes y caídas del agua bien establecidas, una red de drenaje que funciona correctamente, un campo abierto sin arboleda de gran volumen, greenes expuestos a la luz solar, etc. Todos estos condicionantes, junto con la climatología de la zona, permiten gestionar y mantener la superficie de Bermuda en condiciones óptimas para la práctica de golf durante todo el año sin necesidad de incorporar ninguna otra especie cespitosa durante los meses latentes de la Bermuda. La cancha de prácticas, por el contrario, es la única zona del campo que se resiembra con Lolium perenne.

El equipo de mantenimiento valora y tiene en cuenta la opinión de los socios y jugadores invitados que acuden al campo. Se realizan encuestas tras las partidas para conocer las impresiones de los mismos y valorar el trabajo de mantenimiento realizado y la necesidad de futura mejoras. El pasado invierno sufrieron una condiciones meteorológicas bastante adversas, con temperaturas muy frías e incluso heladas nocturnas que dificultaron el trabajo diario. Sin embargo, pudieron sobrellevar las adversidades y realizar el trabajo de manera adecuada, como reflejan las opiniones de satisfacción general de todos los jugadores que han acudido al campo este último año. El grado de uniformidad y firmeza de todas las superficies de juego así como el nivel de ‘manicura’ tanto en perfilado de caminos, limpieza de arquetas y aspersores, marcas de distancia, etc., son algunos de los aspectos que mejor valoran los jugadores.

 

RENOVACIÓN DE GREENES

Los greenes, amplios y ondulados, con caídas marcadas y rodeados de bunkers, demandan gran precisión al jugador para asegurar un putt factible. La propuesta del equipo de mantenimiento a corto-medio plazo es renovar los greenes que con el tiempo se han ido colonizando de Poa annua.

El proyecto contemplaría únicamente retirar la superficie actual de los greenes, gradear y limpiar la capa superficial para oxigenarla y colocar encima el nuevo tepe.

El perfil USGA que se diseñó durante la construcción sigue funcionando correctamente y de momento no necesitaría ser renovado, pero sí dicha capa Los greenes, amplios y ondulados, con caídas marcadas y rodeados de bunkers, demandan gran precisión al jugador

superficial que contiene el banco de semillas de Poa annua y que es necesario retirar para evitar una nueva propagación.

Los greenes son de Agrostis stolonifera var. L-93 y la renovación estaría enfocada en ir a nuevas variedades de Agrostis como A1, A4, 007, Tyee, etc., más agresivas y con mayor resistencia a enfermedades y niveles de salinidad.

Para ello, se irán realizando pruebas con diferentes variedades para determinar cual se ajusta en mayor medida a las condiciones demandadas por el campo y el equipo de mantenimiento.

 

GESTIÓN DE LA BERMUDA

Uno de los propósitos principales y primeras medidas de mantenimiento que impuso Ignacio desde su llegada a Finca Cortesín fue la importancia de mantener la Bermuda lo más limpia posible durante todo el año.

Para ello se realizan tratamientos localizados, así como tratamientos preemergentes para evitar la aparición de malas hierbas y la contaminación por Poa annua.

La no resiembra es una consideración de sostenibilidad medioambiental que además supone un ahorro económico a nivel de costes directos e indirectos que pueden reinvertirse en otras labores y trabajos como el manicure del campo.

 

SISTEMA DE RIEGO

El agua residual utilizada para el riego proviene de la depuradora de Manilva con filtrado y sistema terciario que proporciona un agua de buena calidad. El tener limitada la cantidad de agua proporcionada por la depuradora diariamente, les exige ajustar perfectamente el volumen aplicado para satisfacer de manera eficiente la demanda real del césped.

El campo dispone de dos lagos comunicados entre si, uno el principal de donde toma el agua el bombeo a través del colector, y el otro se utiliza como lago de reserva para bombear agua al principal cuando es necesario.

Se realizan auditorías del sistema cada año, revisando aspersores y boquillas para comprobar la cobertura, uniformidad y caudal aportado.

El sistema de bombeo esta conformado por cinco bombas verticales todas ellas con variador de frecuencia instalado para regular el arranque y proporcionar la presión necesaria en cabeza de aspersor en cada punto del recorrido.

 

PRÁCTICAS PARA ESTUDIANTES

En verano, Finca Cortesín lleva varios años organizando un programa de internships para reforzar el equipo de mantenimiento.

El programa consiste en la incorporación de hasta cuatro estudiantes de diferentes programas formativos para greenkeepers nacionales e internaciones durante los meses estivales, mediante el cual los estudiantes adquieren conocimientos prácticos que complementan su formación académica y el campo se ve favorecido con un aporte extra de personal y trabajo.

A los estudiantes se les proporciona alojamiento y también se les da la oportunidad de visitar otros campos de la zona para aprender diferentes situaciones y métodos de trabajo.

Sin duda una iniciativa muy útil y productiva para el sector del golf.

 

Fernando Expósito Muñoz

Ingeniero Agrónomo. Técnico colaborador de la AEdG (Asociación Española de Greenkeepers)