A diez minutos del famoso Puerto Banús se alza un 9 hoyos par 36 lleno de agradables sorpresas para el jugador: El Higueral Golf. Ubicado en el municipio de Benahavís, es un campo de calidad muy apreciado por residentes y visitantes de la Costa del Sol.

Desde que hace siete años, en noviembre de 2007, fuera inaugurado, El Higueral Golf no sólo ha madurado como campo sino que además se ha convertido en una referencia gracias a una acertada combinación de cualidades.

Destaca el excelente diseño de Rod Bastard sobre un terreno con suaves ondulaciones que ha permitido crear un campo precioso, muy bien equilibrado, con carisma, estilo y enganche. Sorprende al jugarlo por primera vez y enamora a la segunda a pesar de tener abiertos sólo 9 hoyos hasta que se construya el resto del recorrido. De momento tiene dos pares 3, dos pares 5 y cinco pares 4. Los hoyos 4 y 6 son realmente bonitos.

El campo presenta el nivel de dificultad perfecto para que el juego resulte divertido pero no difícil. Aunque se permite circular con buggy por las calles, es perfectamente caminable y normalmente se juega en menos de dos horas por vuelta. Otra cualidad de este recorrido es que las distancias entre   tees de señora y caballero están muy bien compensadas, y esto asegura un juego más justo y competitivo para las señoras. Además, el nivel de mantenimiento del campo es muy elevado.

La pequeña casa club provisional, el parking, el bar y la terraza están ubicados en la misma zona, de tal modo que todo resulta muy cómodo, rápido y agradable. El ambiente que se respira en El Higueral Golf es familiar, positivo y distendido, con personal atento y muy eficiente.

 

Política de precios

En cuanto a la política de precios, resulta muy acorde con la calidad ofrecida y la demanda que tiene. El green fee para 9 hoyos es de  33 euros, y el twilight cuesta 25. Para los muy golfistas, se puede jugar durante todo el día por sólo 45 euros.

Además, para aquellos clientes que quieran jugar El Higueral con cierta frecuencia se ha diseñado un sistema de abonos flexible, de tal modo que  cuanto más se juega, menos se paga.

El diseñador y director de este 9 hoyos de calidad es un profesional nacido en Kenia que llegó por primera vez a la Costa del Sol con sus padres en 1978. Pararon aquí de camino hacia Londres con un avión ligero que tenía su padre, a quien le encanto el sitio porque le recordada en cierta manera a África. La familia se estableció aquí y adquirió un club de tenis en Benahavís, El Madroñal.

Rod empezó a jugar al golf bastante tarde. Practicaba el tenis, y su profesor de este deporte en la universidad de Estados Unidos donde estudiaba era un apasionado del golf y le inoculó el venento de este juego. Tenía Rod 18 años. Ya como golfista profesional, jugó el Challenge Tour e intentó varias veces dar el salto al hermano mayor de ese tour, el Circuito Europeo, pero tenía que compaginar trabajo y competición y por eso no pudo dedicarse en cuerpo y alma a intentar cumplir ese sueño.

Su experiencia laboral en el sector del golf ha estado ligada anteriormente a los clubes Los Arqueros y Marbella Club, así como a varias tiendas de golf.

Su incursión en el mundo del diseño se produjo de una manera un tanto casual. Así lo relata Rod: “La empresa poseía el terreno y un diseñador había hecho ya un diseño del campo, pero se adquirió más suelo y mi jefe preguntó si se podía hacer algo nuevo. Entonces hice un dibujo aprovechando que había routing, que se podía salir y volver y todo eso, y se lo di. Me dijo que el diseño era bonito, vino con un grupo de la empresa, recorrimos el terreno y me dijo que adelante”.

El innegable éxito de este campo tiene para Rod una explicación sencilla: “La clave es que la gente se divierte aquí, porque la idea del diseño no era la de un campo de alta competición que a todo el mundo le iba a dar dolor de cabeza. El objetivo era hacerlo visualmente atractivo para que fuera interesante y los suficientemente fácil para todos los niveles. Con mi diseño quiero que cuanto mejor juegas, más obstáculos encuentras, y que cuando peor juegues no encuentres bunkers ni problemas en tu zona de caída. El objetivo siempre es divertirse”.

 

Atención especial

Cuando Rod ideó el diseño, prestó una atención especial a las señoras. “Los tees de señoras”, explica, ”se adelantan por lo general 15 metros, y eso me parecía un poco injusto porque no les das las mismas opciones que a los hombres. Lo que hice aquí es adelantarlos más para que una señora pegadora tuviera las mismas opciones de llegar de dos en pares 5 como un profesional y tener así opción de eagle, o en un par 4 poder llegar de drive. No es sólo el drive, también con los hierros los hombres llegan más, por lo que hay que darle a las señoras las mismas oportunidades”.

Al ser preguntado sobre sus hoyos preferidos, dice que “hay algunos que sorprenden porque la gente tiene en mente los campos de 9 hoyos pares 3, y cuando llegas al hoyo 4, que es un par 5 que baja a un lago y que no saben que está ahí, se sorprenden al descubrir un hoyo de esa categoría”.

También destaca el 6, con el cauce del río a la izquierda y con dos tees que requieren un enorme vuelo de la bola sobre un barranco (el que denomina extremo precisa un vuelo de 190 metros sobre el lejano cauce para volver a tocar terreno de juego), o el hoyo 3 con su green casi en isla, estilo al 17 del  famoso Sawgrass... “Cada uno tiene su gracia”, dice Rod.

En cuanto a la ampliación del recorrido a 18 hoyos, el potente grupo empresarial propietario de El Higueral está decidido a hacerla en cuanto tenga todos los permisos administrativos, que dependen en última instancia de la Junta de Andalucía.

La magnitud del proyecto lo demuestra el hecho de que para enlazar el actual recorrido de golf con los nuevos hoyos, al otro lado del río Guadalmina, la propiedad construirá un puente y ejecutará un gran tramo de carretera para desviar la actual que une el pueblo de Benahavís con la costa.