Por Luis Navarro Álvarez

Bajo el impulso de José Juan Hidalgo, el fundador y presidente del grupo Globalia, el campo de Estepona Golf está llamado a su renacer y a encontrar el puesto que merece en el destino número uno de golf de Europa. Tiene lo más importante para ser transformado en un caso de éxito: localización y diseño.

Estepona Golf siempre ha sido un campo muy popular, especialmente entre jugadores visitantes que buscaban una oferta de golf más que razonable con precios muy ajustados.

El potencial del campo anima a ser más ambicioso.

El diseño es terriblemente variado. Ningún hoyo se parece a otro. El campo es corto ( 5.520 metros desde barras blancas) y resulta un buen reto para todos los jugadores. Es un campo que no exige gran pegada, pero sí buena estrategia de juego y precisión en los tiros. Lo tiene todo para el disfrute de todos.

Los greens son francos y no excesivamente movidos. Su defensa está en ponerlos rápidos.

Otra característica que hace muy especial este campo es que prácticamente en todos los hoyos se puede disfrutar de vistas al mar. Además la finca está ligeramente elevada y las temperaturas son siempre más suaves que algo más abajo.

Se puede jugar andando perfectamente, con los hoyos con muy suaves pendientes, salvo en algunos puntos concretos y con algunos pasos de green a tee algo más largos, como es el caso del 2 al 3, del 11 al 12 y, sobre todo, del 7 al 8, ya que el hoyo 8 fue rediseñado y pasó de par 4 a par 3, mejorando mucho el hoyo y evitando un tiro de salida que era más que complicado. En cualquier caso, recomendaría alquilar un buggy para disfrutar plenamente de la experiencia.

Como resultado del rediseño, y al tener ahora 5 pares 3, 4 pares 5 y 9 pares 4, el par del campo es 71.

La casa club tiene una terraza inmejorable muy amplia, donde tomar un refrigerio o comer después del juego, con vistas al mar, una vez más, y con un entorno más que agradable.

La tienda está bastante bien surtida y, junto a ella se exhiben maquetas y presentaciones del impresionante desarrollo inmobiliario que el grupo propietario está llevando a cabo en el entorno del campo y en otras ubicaciones nacionales e internacionales.

En cuanto al juego, el recorrido tiene algunas calles con pendientes laterales que deben ser tenidas en cuenta a la hora de decidir el golpe. También en ciertos hoyos hay que acertar con la elección del palo de salida, que no siempre será el driver. Es un campo estratégico que exige jugar con cabeza.

Los hoyos están medidos a entrada a green con dobles estacas, a cada lado de la calle, en color rojo a 150 metros de entrada a green y en azul a 100 metros desde el punto en el centro de la calle de la línea que une las estacas.

Muchos greens están ligeramente en alto, pero son nobles y no hay zonas de escapada en caso de que la bola no quede en la superficie del green. No hay trampas ocultas ni elementos artificiales para castigar tiros que no sean perfectos. Nos encontramos con un campo muy agradable, noble y al que se le puede hacer un buen resultado y disfrutar mucho.

Los tres primeros hoyos son preludio de la gran variabilidad del campo, al primero, par 4 corto, con dog leg a la izquierda, le sigue un estupendo par 5 en el que conviene no apurar ya que un tiro ambicioso por la derecha puede no alcanzar la calle. El hoyo tres, con un gran desnivel en bajada avisa de que en este campo hay que asegurar calle y sería el primer hoyo en el que podemos dejar el driver en la bolsa.

El hoyo cuatro es un par 4 corto que gira a la derecha con un green en alto. Tras él llegamos al primer par 3, el bonito hoyo con salida en alto que vemos al acceder a la Casa Club por la carretera.

Los pares 3 de este campo son fantásticos y muy variados, en este hoyo cinco su característica es un bunker que rodea a una palmera a la izquierda del green.

Otra característica de este campo es la escasez de bunkers de calle; casi todos los hoyos carecen de ellos, lo que facilita el ritmo de juego. Esta situación nos la encontramos en el próximo hoyo, el segundo par 5, hoyo 6, donde hay una zona de penalidad con aguan lateral a la derecha que solo entra en juego para tiros cortos y desviados.

En este hoyo, como en muchos otros del campo, se evita penalizar en exceso a los jugadores con menor experiencia.

El final de la primera vuelta es peculiar, ya que al 7 par 3, le sigue otro par 3 por la mencionada remodelación que ya hemos comentado. Estos hoyos son muy diferentes entre sí y no resulta nada chocante esta particularidad.

El hoyo 9 es un arco a la derecha en el que un tiro decidido por la derecha puede tener un gran premio, aunque hay que no pasarse puesto que en la derecha hay un fuera de límites. Si en lugar de abrir la bola sale el tiro recto, podemos cruzar la calle y terminar en el área de penalidad por la izquierda. Quizás la recomendación sea ser más conservador. Tiene varias formas de jugarse, lo que lo hace muy interesante.

El tee del 10 está bajo la casa club y tiene un chiringuito en el que reponer fuerzas.

Este hoyo 10 ha sido seleccionado por Rod Bastard para conformar su campo ideal tomando sus hoyos favoritos de la Costa del Sol.

Es un par 4 con tiro muy en alto y agua a la derecha. Un pegador puede llegar de un sólo golpe a uno de los greens mejor defendidos del campo. La recomendación sería salir con un hierro o con un híbrido para evitas riesgos. Gran hoyo de riesgo y premio.

El hoyo 11 es un bonito par 5 recto, con salida desde un largo tee junto a un lago y green en alto; tras él habrá una caminata no demasiado larga hasta el tee del 12, par 4 corto con un green muy interesante.

El tee del 14 es el punto más elevado de la finca. Como en casi todos los hoyos tenemos vista al mar y se respira naturaleza. Hay una roca en el centro de la calle que conviene pasar por la derecha. Un pegador puede incluso llegar a green, aunque el tiro desde el tee sea ciego y no veamos la bola hasta acercarnos al green.

El 16 es un espectacular par 3, de los más bonitos de la Costa, bien protegido por bunkers pero con un green muy noble que invita a intentar el birdie.

El final de la vuelta es espectacular. Primero subimos desde el green del 16 al tee del 17, el par 5 más largo del recorrido. La calle tiene una pendiente lateral de izquierda a derecha y, además, hay fuera de límites por la derecha, con lo que mejor apoyarnos por la izquierda; el green es con pendiente hacia el fondo.

El 18 par 4 es un dogleg a la derecha con un bunker que sirve de referencia a la izquierda de la calle (de los pocos que tiene este campo). El green está muy protegido y tiene una forma diferente a la de los demás greens, con muy variadas posiciones de bandera.

Una ligera rampa nos lleva de vuelta a la Casa Club donde es obligado hacer parada para disfrutar de la fantástica terraza y de sus vistas.

Visita muy recomendable en un campo muy divertido e interesante. Una muy grata experiencia de golf que no debería perderse quien visite la zona.