Como dice una conocida canción española de los años 80, las chicas son guerreras, sobre todo si se dedican al golf y nacieron en Corea... del Sur, por supuesto. El fenómeno del golf asiático profesional femenino, con abrumadora preponderancia surcoreana, eclosionó hace casi veinte años con la aparición en la escena internacional de Se Ri Pak. Desde 1998, las coreanas han ganado 19 grandes, de los cuales Se Ri Pak e Inbee Park se han anotado cinco cada una.

En la clasificación mundial, las golfistas nacidas en ese país del Lejano Oriente ocupaban a finales de abril tres de las cuatro primeras plazas. La number one es Lydia Ko, que aunque tiene nacionalidad neozelandesa nació en Corea. La segunda es Inbee y la cuarta, Hyo-Joo Kim. También es coreana la séptima y hay otras ocho entre las veinticinco primeras, o sea, más de la mitad de las top 25 nacieron en Corea.

En la lista de ganancias de esta temporada en el LPGA Tour, el Circuito Americano Femenino, las jugadores nacidas en Corea del Sur ocupan siete de las diez primeras posiciones, con Si Young Kim a la cabeza. Las tres restantes del top 10 son norteamericanas. La primera europea es la sueca Anna Nordqvist, que ocupa la duodécima posición, y la segunda, la española Carlota Ciganda, decimonovena.

Si las golfistas profesionales de ese país causan furor en el golf mundial, no ocurre otro tanto –ni de lejos– con sus compatriotas masculinos. Si las coreanas han ganado 19 majors, incluidos dos de los cinco de la pasada temporada, los coreanos sólo pueden presumir de uno, el que se adjudicó Y.E. Yang, y nada menos que ante Tiger Woods, en el US PGA Championship de 2009. Tras aquella hazaña, Yang, cuyo primera victoria americana se produjo esa misma temporada unos meses antes (The Honda Classic) no ha vuelto a conocer las mieles del triunfo en el PGA Tour, aunque cosechó un par de victorias en 2010 en el Circuito OneAsia. Y eso se nota en su posición en los rankings: figura por encima del 200 en el Circuito Americano y anda cerca del 500 en la clasificación mundial.

Si Se Ri Pak fue la coreana pionera en triunfar en América, K.J. Choi (Choi Kyung-Ju es su verdadero nombre) fue el primer coreano en obtener la tarjeta para jugar el PGA Tour (en el año 2000), circuito en el que ha ganado un total de ocho torneos, el primero en 2002 (Compaq Classic of New Orleans) y el último en 2011 (The Players Championship).

De 45 años y profesional desde 1994, lleva ganados 30 millones de dólares en el PGA Tour.

Lo cierto es que el panorama masculino surcoreano no es muy brillante en la actualidad. En el ranking mundial, en abril el primer jugador de esa nacionalidad, Sangmoon Bae, ocupaba el puesto 79º, el segundo, Seungyul Noh, el 108º, y el tercero, K.J. Choi, el 131º. De todos modos, en la lista de ganancias de la actual temporada en el PGA Tour las cosas pintan mejor, ya que Bae, de 28 años y profesional desde 2004, era duodécimo.

Bae, sin embargo y a pesar de que empezó con una victoria (Frys.com Open), está protagonizando una temporada irregular en el PGA Tour, ya que en los quince torneos disputados hasta finales de abril había registrado cuatro top 10 y caído en cuatro cortes, aparte de retirarse en otro torneo.

Curiosamente, el mejor surcoreano en los rankings es ¡un norteamericano! Y es que Kevin Na es coreano de nacimiento pero tiene nacionalidad estadounidense, ya que sus padres se mudaron al país del Tío Sam cuando el niño tenía ocho años. Es duodécimo en el PGA Tour, donde su única victoria la cosechó en 2011 (Justin Timberlake Shriners Hospitals for Children Open), y vigésimo primero en el ranking mundial. En 2010 hizo sus pinitos como actor cuando apareció en un episodio de la serie CSI las Vegas. Tiene 31 años.

El espíritu perfeccionista de las jóvenes golfistas, su abnegación en los entrenamientos, las facilidades que se les proporciona para poder compaginar sin problemas sus estudios con su preparación golfística, becas para estudiar en Estados Unidos y un decidido apoyo de la familia (muchos padres siguen a sus hijas en su periplo americano) son algunas de las claves por las que el golf surcoreano femenino ha alcanzado su actual nivel internacional.

El milagro coreano es ya una realidad en lo que se refiere a las golfistas. ¿Serán sus compatriotas masculinos capaces de protagonizar una revolución similar?