Los fans están expectantes, los expertos están en pleno cruce de opiniones y, con el PGA Tour de descanso hasta enero, la mayor parte de la atención del golf se centra ahora en un jugador. No en uno cualquiera, por supuesto, sino en el más grande o el segundo más grande (para aquellos que se quedan con Jack Nicklaus) en la historia de este deporte.

Tiger Woods regresará oficialmente a la competeición esta semana, en el Hero World Challenge, el torneo por invitación para 18 jugadores que el ex número uno del mundo organiza en las Bahamas.

El ganador de 14 veces Grandes (Nicklaus tiene el record de 18), que cumplirá 42 años el 30 de diciembre, ha jugado apenas 19 torneos, incluida sólo una en 2017, en el Farmers Insurance Open en enero, desde que ganó cinco veces en PGA Tour en 2013. Firmó sendas rondas de 76-72 en el Farmers Insurance y cayó en el corte, y anunció en abril que había sido sometido a una nueva cirugía, su cuarta operación de espalda en tres años.

Comprensiblemente, los escépticos son legión y la mayoría cree que nunca volverá a los días de su pasado dorado, y hay incluso muchos que dudan de que su regreso continuará más allá del Hero World Challenge.

Luego está el otro campo, el de de amigos, colegas y seguidores ilusionados. A Jason Day, por ejemplo, se le preguntó hace unos días lo que pensaba al respecto. Un amigo cercano y confidente de Woods dijo: "Le hablé y dijo que es lo mejor que ha sentido en tres años. Ya no se despierta con dolor, lo cual es genial. Le dije: 'Mira, es genial ser uno de los mejores jugadores que haya existido jamás, pero la salud es algo que todos damos por sentado y si no puedes vivir una vida feliz y saludable, entonces eso es difícil'.

"Entiendo totalmente de dónde viene, porque a veces me levanto por la mañana y tardo 10 minutos en poder levantarme de la cama, y ​​para él sentir dolor durante tres años es muy frustrante".

Day también dijo que la atmósfera relajada del torneo de las Bahamas sería la plataforma perfecta para regresar. "No hay presión... no hay corte, está jugando en un torneo donde el año pasado creo que tenía más birdies".

Además de su cirugía y convalecencia, Tiger también ha tenido que lidiar con otro problema en los últimos meses: su arresto el 29 de mayo cuando la policía en Jupiter (Florida) lo encontró en el arcén de la carretera, a las 2 de la madrugada, casi insconsciente y con la rueda de su automóvil dañado, bajo la influencia de potentes opioides y otras drogas recetadas.

Se sometió a tratamiento por adicción a las drogas en un lugar no revelado, y recientemente se declaró culpable de un cargo menor de conducción imprudente a cambio de su participación en servicios comunitarios, pruebas de drogas al azar, un curso de conducción y el registro regular con un agente de libertad condicional.