Pasan en el golf cosas muy curiosas. Una de ellas es que en un torneo del mejor circuito femenino profesional del mundo, el LPGA Tour, el ganador fue ¡un hombre! Y no se trata de una mujer que se haya cambiado posteriormente de sexo, no, porque el hecho en cuestión sucedió hace más de medio siglo, cuando aún no se practicaban esas operaciones quirúrgicas.

En 1962 el Ladies PGA Tour incluyó en su calendario el Royal Poinciana Plaza Invitational en Palm Beach y la organización decidió invitar a uno de los más grandes golfistas de todos los tiempos, Sam Snead. Tenía 50 años y un bagaje de victorias inigualable (ostenta el record de triunfos en en el PGA Tour: 82), así que su triunfo estaba cantado. Así fue y terminó terminó ganando con una ventaja de cinco golpes. Otro título, y muy especial, para ‘Slammin Sammy’ como era conocido por la potencia de sus golpes y su depurada técnica. Se convirtió así en el único hombre en ganar un evento en el LPGA Tour.

Snead se embolsó alrededor de dos mil dólares por su victoria, dinero que le vino muy bien para pagar la reparación de una embarcación de su propiedad que sufrió daños en el casco cuando una golfista lo utilizó en los días del torneo.

La de 1962 fue la segunda y última edición del citado torneo del LPGA Tour. En la de 1961 también participó Snead y otros hombres, pero entonces ninguno pudo con una portentosa golfista: Louise Suggs.