La frustración de no poder ganar el US PGA Championship quedó atrás rápidamente para Jordan Spieth este domingo en Whistling Straits. Si bien el estadounidense, de 22 años, terminó segundo a tres golpes del campeón Jason Day en el último major de la temporada, el premio de consuelo fue más que importante.

“Esta es, por lejos, la mejor derrota que he tenido”, dijo Spieth después de totalizar 271 golpes (-17) en Whistling Straits.

El segundo lugar del tejano, combinado con la decimoséptima plaza de Rory McIlroy (279, -9), le permitió desplazar al norirlandés y convertirse en el nuevo número uno del planeta a contar desde este lunes.

“He logrado uno de mis objetivos principales en mi vida y uno muy importante dentro del golf”, indicó Spieth. “Nunca me podrán quitar esto de mi palmarés. Siempre seré un número uno del mundo en los libros de historia”.

“Estoy muy contento, pero entiendo que será muy duro mantenerse en la cima con la gran cantidad de jugadores jóvenes que están jugando muy bien”, agregó el actual campeón del Masters y el US Open.

Tanto McIlroy como Spieth no participarán en el Wyndham Championship esta semana. Según las actuales proyecciones, aquello le permitiría al tejano mantenerse al menos dos semanas en la cima del ranking mundial.

“Dos cosas inevitables sucedieron hoy: Jason Day ganó un título y Jordan Spieth se convirtió en el número uno del planeta. ¡Felicitaciones para ambos!”, publicó McIlroy en su cuenta de Twitter.

También cabe destacar que el estadounidense se ha convertido en el segundo líder del ranking mundial más joven en la historia del golf, solo superado por los 21 años que tenía su compatriota Tiger Woods cuando alcanzó la cima en 1997.

Sobre su segundo lugar en el PGA Championship, el norteamericano fue claro: “Jason mereció el título. Intenté meterle presión, pero jugó increíble todo el torneo y nunca aflojó”.

La próxima cita de Spieth con el PGA Tour será The Barclays, evento que abre los playoffs de la FedEx Cup el próximo 27 de agosto.