Ha renacido un 5 estrellas. En tan solo 11 meses se completó una ambiciosa renovación del Old Course de San Roque. Parecía que no había espacio de mejora, pero el buen hacer y la profesionalidad de los implicados en la reforma han sorprendido con agrado a la inmensa mayoría. El diseño original de Dave Thomas ha sido actualizado por un equipo capitaneado por Stephen Dudas, director general del complejo. El rediseño es obra del propio Stephen Dundas, de John Clarkin (propietario de la compañía Turfgrass) y de Manolo Piñero (ganador de dos Copas del Mundo por equipos y de la Ryder Cup). El resultado es magnífico.
La imagen de renovación queda perfectamente plasmada en su nuevo logo, mucho más limpio y actual. Es el prefecto reflejo de lo que se ha conseguido en el campo y en las instalaciones. Para quienes no hayan conocido antes este clásico de la zona de San Roque y Sotogrande, se encontrarán un moderno campo que rezuma calidad y buen gusto en cada rincón. Un campo de primer nivel mundial, con precio competitivo con lo que ofrece. Nadie quedará defraudado.


Para quienes ya lo conocía, al llegar llama la atención que el color de su majestuosa Casa Club, el cortijo Domecq, ha cambiado de color de albero claro al actual blanco que lo hace ser aún más imponente. También se aprecia que ha cambiado la zona de prácticas, y el terreno donde antes había una construcción de dos pisos que albergaba la zona de tees de prácticas cubierta, ahora está ocupado por el edificio de la Academia de Jason Floyd; se ha modificado la zona, de manera que se disfruta de mayor amplitud y se cuenta con una amplia rotonda de bag drop donde un equipo siempre pendiente recoge la bolsa de los jugadores y la prepara para la salida.
La zona de restaurante y los aseos han sido totalmente renovados. La terraza sigue siendo de las mejores de la Costa del Sol para antes y después del juego, frente al green del 18 y junto a un enorme putting green que hace que se respire golf.
Nada en este campo es de otro nivel que no sea excelente, desde el trato de los empleados a los buggies impecables y que cuentan con todos los extras imaginables, incluyendo cargador para móviles y un GPS con una pantalla en la que las distancias son precisas a las banderas de cada día.
El orden de las vueltas ha cambiado, el antiguo tee del 1, junto a la casa de Tony Jacklin (que en el futuro será hotel boutique), es ahora el del 10, y viceversa.
En el campo, además de lo que se ve, se intuye la extrema calidad de la reforma emprendida. Se ha reformado de cero, con nuevos caminos de buggies, drenajes y riego. El resultado es una superficie de juego impecable, con densidad y con la firmeza necesaria.
Se han cambiado los greenes, dándoles más movimiento. Son de inspiración de los links clásicos. Impresiona la casi imperceptible transición entre la superficie del green y el collar y antegreen. Ni que decir tiene que la presentación de los greenes y su velocidad y calidad de rodada de la bola son simplemente perfectas.
En general se ha quitado agua de varios hoyos, nos encontramos con muy diferentes nuevos hoyos 2, 3, 9 y 15.


También se ha reducido mucho la extensión de rough y ha sido sustituido por zonas ‘mulch’ que recuerdan al Augusta National. El efecto estético es es muy positivo y facilita encontrar una bola desviada, además del ahorro que supone en agua, fertilizantes y mano de obra, haciendo el proyecto más sostenible.
Podríamos decir que se ha facilitado llegar a green, pero es posible que se haya dificultado el putt.
Hay detalles sutiles de diseño, como es que los caminos no sean tan perceptibles desde el fairway. Un ejemplo de ello es el hoyo 6, lo que ocurre en muchos otros.
Dos hoyos que han cambiado mucho son el 14 y el 15. En el 14 se ha bajado bastante la cota del green y es ahora un hoyo de recuperación. El anterior green era extremadamente difícil con una entrada ciega y con una pendiente excesiva. En el hoyo 15 se ha quitado el lago que tenía antes del green humanizándolo y haciéndolo más justo.
El hoyo 18 ha pasado de ser un par 5 corto a un retador par 4 largo. La vista de la impresionante casa club es única.
Para terminar un día completo nos espera el restaurante, que ha sido modernizado y la carta es completa y excelente, con estilo gaditano. Una vez más el servicio es impecable. Consiguen que la experiencia sea gratificante y memorable.
En resumen, una renovación total para conseguir un producto excelente que es obligado en cualquier visita de golf a la Costa del Sol y el Estrecho.