Es difícil que vuelva a reproducirse un episodio como el que fue bautizado como La Masacre de Winged Foot‘ cuando en 1974 muchos de los jugadores que disputaban en ese campo el US Open registraron unos resultados catastróficos. Tom Watson, que tras una ronda de 69 y a falta de 18 hoyos lideraba el torneo con un golpe de ventaja sobre Hale Irwin, se anotó nueve bogeys en sus nueve primeros hoyos y, con 79 golpes, acabó quinto. Irwin ganó el título con una ronda de 73 y un global de +7. ”Todos nos quedamos estupefactos por lo difícil que estaba el campo”, dijo el campeón.

El próximo mes de junio Winged Foot Golf Club volverá a vivir, por sexta vez (1929, 1959, 1974, 1984 y 2006) en su casi centenaria existencia, la emoción de albergar uno de los mejores torneos del mundo, el US Open, y también uno de los mejores económicamente dotados: 12,5 millones de dólares en premios este año, cuando el grande cumple su 125 aniversario y su 120 edición.

Winged Foot es conocido por su espectacular entorno y su reputación como uno de los principales escenarios del US Open. En 1929, seis años después de su apertura, el club organizó por primera vez ese torneo, en el que el amateur Bobby Jones pegó uno de los mejores golpes en la historia del campeonato. La última vez que este campeonato del Grand Slam tuvo como sede Winged Foot (2006), Phil Michelson era líder por un golpe cuando su bola de drive rebotó en las carpas corporativas, lo que terminó costándole la victoria. Geoff Ogilvy no desaprovechó la oportunidad y ganó su primer y hasta ahora único grande.

Es Winged Foot un club privado con dos fabulosos campos de 18 hoyos (West, escenario del próximo US Open, y East) ubicado en Mamaroneck, Nueva York. El diseñador de ambos trazados fue A.W. Tillinghast, uno de los arquitectos de golf más prolíficos y aclamados en su tiempo, con 260 campos diseñados o retocados por él, todos ellos en Estados Unidos.

Winged Foot Golf Club fue fundado en 1921 por un grupo de socios del The New York Athletic Club (NYAC) que adquirieron una finca de 280 hectáreas para tal fin y contrataron al diseñador más destacado de la época. Dos años más tarde, en junio de 1923, se estrenaban los dos campos de 18 hoyos.

La construcción de los campos de golf debió haber causado un gran revuelo en aquel entonces. Winged Foot había buscado lo mejor. A. W. Tillinghast, uno de los diseñadores de golf más destacados de la época, fue contratado para construir los campos. También fue contratado el arquitecto Clifford Wendehack para construir una casa club al estilo Tudor Scholastic.

Poco después de la apertura del club, Winged Foot contrató como profesional al gran jugador Mike Brady, quien había terminado segundo en el US Open de 1911 y 1919.

Los socios fundadores iniciales procedían del NYAC, y entre los golfistas de renombre que se afiliaron posteriormente figuraba John Anderson, que había sido segundo dos veces en el US Amateur  y se hizo socio en 1924, poco después de que se completara el campo. Jess Sweetser, campeona amateur de Estados Unidos en 1922 y subcampeona en 1923, también se unió al club ese año. Otros grandes golfistas de la zona emigraron de sus clubes y se hicieron socios de Winged Foot.

El club fue reconocido a nivel nacional cuando la USGA otorgó el US Open de 1929 a Winged Foot West. A la USGA le llevó solo seis años seleccionar el club para celebrar un Open.

No uno sino dos de los mejores campos de golf del mundo fueron diseñados por A.W. Tillinghast. Los fundadores querían dos campos excepcionales, una empresa bastante audaz para la época. A partir de 1929, el club ha acogido importantes torneos de golf, sobresaliendo por supuesto sus seis US Open.

Desde su apertura, ambos campos han sido reconocidos tanto individual como colectivamente. The West Course se ha clasificado repetidamente en el Top 10 de Golf Digest en los Estados Unidos. Winged Foot Golf Club es el único club de golf con ambos campos clasificados entre los 100 mejores del mundo.

En 1929, Winged Foot Golf Club albergó su primer US Open. Desde entonces, ha acogido ese major otras cuatro veces, el US PGA en 1997, dos US Women’s Opens, un US Senior Open y dos US Amateurs.

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EN BREVE

Jugar sin ser socio, ¿misión imposible?

A pesar de ser uno de los clubes de golf privados más exclusivos de Estados Unidos, jugar en Winged Foot Golf Club es posible sin ser socio del mismo. La clave son los torneos patrocinados de carácter benéfico que se organizan en alguno de sus dos campos a lo largo del año.

Lista de espera de diez años

Aunque no hay datos oficiales, alguna fuente periodística cifra en 200.000 dólares el desembolso inicial que hay que hacer para ser socio de Winged Foot y entre 15.000 y 20.000 la cuota anual. El aspirante necesitará respaldo de los socios y paciencia: la lista de espera es de diez años.

Profesores de relumbrón

El club ha contado con instructores de golf que luego se convirtieron en estrellas del golf profesional. Es el caso de los ganadores del Masters de 1941, 1948 y 1956, Craig Harmon,  Claude Harmon y Jackie Burke Jr. respectivamente, y el del PGA Championship de 1965, Dave Marr.

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Voluntarios para el US Open… pagando 185 dólares

Aproximadamente unas 4.500 personas integrarán el Programa de Voluntarios para el próximo US Open, que, aunque se estrenó en 1895, cumple en junio su 120 edición. Cada uno deberá cumplir un mínimo de cuatro turnos, con una duración cada uno de entre cuatro y seis horas.

Los voluntarios no obtendrá ningún emolumento o compensación a cambio de su trabajo en el US Open. Al contrario, deberán adquirir por 185 dólares el llamado Paquete del Voluntario, que incluye lo siguiente: una credencial válida para los siete días del torneo (incluyendo las jornadas previas de prácticas), un vale de comida para cada turno de trabajo asignado, acaso a la carpa de voluntarios, dos polos de golf, una chaqueta cortavientos, una gorra y una botella de agua.

Asistir a Winged Foot para ver en directo como se desenvuelven los mejores jugadores del mundo durante el US Open es sólo cuestión de aflojar la cartera. Los precios de los tickets diarios son 50 dólares para lunes, martes y miércoles (rondas de práctica), 120 para el jueves y 150 para cada uno de los tres últimos días del torneo.

También hay paquetes para varios días. Por ejemplo, el pase para las tres jornadas de rondas de práctica vale 125 dólares, mientras el válido para toda la semana del torneo cuesta 625. Hay otro pase semanal más caro, de 950 dólares, que da derecho a entrar al llamado Jardín de la Cerveza (Beer Garden), una instalación al aire libre donde se sirve comida y bebida (pagándolas aparte) y hay sillas y butacas para sentarse y televisores para seguir en directo el torneo, además de cuartos de baño propios. Existe otro paquete semanal que vale 1.200 euros y da acceso al Sports Bar, con similares servicios que el Beer Garden pero con la diferencia de que es una instalación cerrada y con aire acondicionado.

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Diseñador de campeonato

El diseñador de los dos trazados de Winged Foot Golf Club, Albert Warren “Tillie” Tillinghast, fue uno de los arquitectos más prolíficos en la historia del golf, dejando su impronta (total o parcial) en más de 260 campos, todos ellos en Estados Unidos. Su nombre figura en el Salón Mundial de la Fama del Golf desde 2015.

Tillinghast nació en 1876 en Filadelfia, Pensilvania. Su padre, Benjamin, era dueño de una compañía de productos de caucho. Cuando se casó Albert fijó su residencia con su esposa en Beverly Hills, California. Murió en casa de una de sus dos hijas en Toledo, Ohio, en 1942 a los 66 años.

Uno de sus grandes inspiradores en el diseño de campos de golf fue Old Tom Morris, con quien pasó una larga temporada en St Andrews.

Varios campos diseñados o reformados por Tillinghast han acogido numerosos torneos del Grand Slam, nada menos que medio centenar, disputados en 24 de sus creaciones. De esos campeonatos, el más repetido es el PGA Championship. Entre los campos con su impronta y los ganadores destacados del torneo se incluyen Medinah (Tiger Woods 2006), Baltusrol (Phil Mickelson 2005) y Winged Foot (Davis Love III 1997).

Pero no fue solo la PGA of America la que eligió celebrar sus campeonatos anuales en los campos diseñados por Tillinghast. La Asociación de Golf de los Estados Unidos (USGA) organizó el US Open once veces en campos emblemáticos de Tillinghast, incluidos Winged Foot, Bethpage State Park, Interlachen, Inverness y Colonial.

Además de un gran diseñador, Tillinghast fue un prolífico escritor de artículos de golf, publicando alrededor de 400 en revistas a lo largo de 40 años. También fue autor de varios libros sobre este deporte.