Jaime Ortiz-Patiño, una de las personas que más ha hecho por el golf español y especialmente por el andaluz en las últimas décadas, sobre todo por la consecución para España de la histórica Ryder Cup de 1997, fallecía a la edad de 82 años. Con él desaparece una figura irrepetible.

El impulsor de Valderrama, uno de los mejores campos de golf del mundo, y destacado promotor del golf en España gracias a la celebración, durante años, del renombrado Volvo Masters, moría el 3 de enero en un hospital de la Costa del Sol.

Nacido en París el 20 de junio de 1930, Jaime Ortiz-Patiño contribuyó decisivamente asimismo a que la primera Ryder Cup que tuvo lugar fuera del Reino Unido se desarrollase en Valderrama, en 1997, así como los Campeonatos del MundoAmerican Express con la presencia de los mejores golfistas profesionales, eventos ambos saldados con un enorme éxito y que situaron al golf español y andaluz como referencia del mundo entero.

Hijo de bolivianos, bisnieto de españoles y nieto de Simón Patiño, que fuera conocido como el rey del estaño en Bolivia y embajador de aquel país en la capital de Francia, Jaime Ortiz-Patiño fue un destacado empresario que, en el ámbito del golf, cuando tenía 55 años, compró el 50% del entonces Campo de Las Aves para transformarlo en el actual Valderrama.

Pocos años después completó la operación al adquirir la totalidad de este club de golf con la intención de transformarlo en el mejor campo del mundo. Para ello contó con la ayuda del prestigioso diseñador Robert Trent Jones y con el entusiasmo de los habitantes del pueblo de Guadiaro, dispuestos a trabajar muy duro para mejorar su nivel de vida. En reconocimiento a esa labor, Jaime Ortiz- Patiño apoyó desde su creación al campo público de La Cañada, situado a escasa distancia de Valderrama y auténtico vivero de grandes golfistas.

Jaime Ortiz-Patiño fue nombrado Vicepresidente Honorífico del Circuito Europeo en mayo del 2010, durante la celebración del BMW PGA en Wentworth. Recibió la distinción de manos de George O’Grady, Consejero Delegado, siendo testigos Ángel Gallardo y José María Olazábal.

VISIÓN Y EMPEÑO

Fueron la visión y el empeño de Patiño los que hicieron en gran medida que la Ryder Cup se jugase por vez primera en suelo continental europeo, no en las islas, en la histórica edición de 1997, en la que el equipo de Europa, capitaneado por Seve Ballesteros, derrotó por un punto al de Estados Unidos y mantuvo así la titularidad del Trofeo Samuel Ryder.

Ese acontecimiento fue la culminación histórica de un viaje que comenzó en 1956 y que vio más tarde cómo Patiño empezaba a forjar el que sería luego uno de los mejores campos del mundo, diseño de Robert Trent Jones, y sede de los torneos más prestigiosos del Circuito Europeo y del calendario mundial. Valderrama fue sede, aparte de la Ryder Cup, del evento que cerraba la temporada del Circuito, el Volvo Masters, con la disputa de 16 ediciones entre1988 y 2008, y de dos Campeonatos del Mundo American Express, en 1999 y 2000, ganados por Tiger Woods y Mike Weir, respectivamente.

Su pasión por el golf arrancó seguramente en una cadena de acontecimientos que se inició hace más de medio siglo en el Open de Italia de 1956. Fue allí donde Patiño ofreció sus servicios como caddie a Dai Rees, que necesitaba un nuevo caddie para la ronda final. En lugar de pagarle en efectivo a Patiño, Rees le dijo: “Yo soy el capitán de la Ryder Cup del próximo año, así que te voy a enviar un par de entradas como pago por tus servicios de caddie”.

Y así comenzó el viaje de Patiño. Se trasladó a Lindrick, en Yorkshire, el año siguiente y fue subyugado por el evento. “Vi un torneo histórico porque fue la primera derrota americana después de la Guerra Mundial. La Ryder Cup ha sido mi torneo favorito desde siempre debido a la tensión que genera; incluso yo pude sentir la presión que había sobre los dos capitanes”.

Fue unos años más tarde, a principios de los 80, cuando Ortiz-Patiño empezaba a relajarse un poco en su faceta de hombre de negocios y tenía más tiempo de ocio en su casa de Sotogrande cuando vislumbró el plan que haría luego de Valderrama uno de los mejores campos de golf del mundo.

Con un número de socios cada vez mayor y problemas de hacinamiento en su club de origen de Sotogrande, Ortiz-Patiño y siete socios compraron el vecino campo de Los Aves (luego ‘rebautizado’ con el nombre de Valderrama), diseñado también por Robert Trent Jones.

Inicialmente, el grupo de amigos compró el club para que pudieran tener un lugar privado para jugar, pero no pasó mucho tiempo antes de que Ortiz-Patiño estuviera ideando un plan para que la Ryder Cup se jugase en el suelo europeo continental por primera vez en la historia.

Después de comprar sus acciones a sus socios inversionistas, Ortiz-Patiño contrató de nuevo a Robert Trent Jones para que regresara y, sin restricciones económicas, terminara lo que había comenzado años antes. El gran arquitecto norteamericano supo conjugar su maestría con los deseos de su empleador y esculpió la obra maestra que hoy en día es Valderrama. Aunque Jones plasmó en ese campo su magia, Ortiz-Patiño se fue a Estados Unidos para estudiar agronomía con los mejores expertos en la materia con el objetivo de convertirse él mismo en el responsable del mantenimiento de Valderrama.

No pasó mucho tiempo hasta que el Tour Europeo acudiera a Valderrama, y cuando sus mandatarios lo hicieron reconocieron la calidad impresionante de la sede y acordaron inmediatamente que era el mejor sitio para acoger el Volvo Masters.

En 1991, le preguntaron a Ortiz-Patiño si consideraría postular su campo para la Ryder Cup. Al principio, pensó que la infraestructura (carreteras, hoteles, aparcamientos, instalaciones, etc.) no era lo suficientemente buena para acoger el evento de golf por equipos más importante del mundo, pero pronto cambió de opinión después de viajar a la Ryder Cup de 1991 en Kiawah Island.

“Fue allí donde me di cuenta de que podíamos hacerlo en Valderrama”, dijo el entonces presidente del club gaditano. “Los espectadores tenían que viajar una cierta distancia para llegar a Kiawah y pensé que si lo hicieron en los Estados Unidos entonces podrían viajar de Marbella, donde había tantos hoteles, a Valderrama. Lancé mi candidatura para 1997 y fue aceptada: fue un momento de gran orgullo”.

REACCIONES

JOSE MARÍA OLAZABAL, capitán del equipo europeo de la Ryder Cup 2012: “Era un hombre de carácter fuerte que no dudaba cuando quería hacer algo, y ponía toda su energía y empeño en conseguir lo que se había propuesto.

“Nos ha dejado un gran legado, Valderrama, su obra de arte. Se propuso hacer de Las Aves (así se denominaba el campo antes de 1985) un sitio especial, un lugar único y lo consiguió, ¡vaya si lo consiguió! Allí se jugó el Volvo Masters durante 16 años y colocó Valderrama en el mapa del golf. Ese torneo y ese campo fueron determinantes en el desarrollo del Circuito Europeo. Además, dio a conocer Andalucía como destino golfístico de primer nivel.

“Mantuvimos muchas conversaciones y siempre se interesaba por el futuro del Tour, tenía una visión muy amplia y las cosas muy claras. A través de los torneos que se jugaron en Valderrama, él se empeñó en dar una buena imagen del golf, quiso popularizarlo y demostrar al mundo que el Golf es un deporte que merece la pena y conlleva valores.

“Recuerdo la ilusión que tenía en los primeros Volvo Masters. Le gustaba controlar todo y ¡a veces era un poco drástico! Se levantaba a las 4.30h de la madrugada, de noche, y se iba al campo a trabajar con su equipo de mantenimiento, incluso cogía la máquina y cortaba greenes. Tenía un carácter marcado y muy especial, eso no lo hace cualquiera.

“Durante la Ryder Cup 97 estuvo muy cerca del equipo, conversaba bastante con Seve. No quería que hubiese ningún fallo y controlaba todo, todo menos una sola cosa que se escapaba a su control: el tiempo. ¡De qué manera llovió! Diluvió. Cayó en Valderrama lo que no había caído en Andalucía en 40 años. Lo sentimos mucho por él. Hizo todo lo que estuvo en sus manos sin escatimar esfuerzos, revisó y estuvo encima del más mínimo detalle para que la Ryder Cup saliese perfecta y tenía el campo en perfectas condiciones.

“Yo creo que el golf español y europeo le deben mucho a Jaime, siempre estarán en deuda con él. Los torneos que se han jugado en Valderrama han supuesto la representación máxima del buen hacer, han sido sinónimo de calidad y excelencia. Le vamos a echar mucho de menos”.

SERGIO GARCÍA, último ganador en Valderrama, en el Andalucía Masters de 2011: “Es un día muytriste, no sólo para España sino para todo el mundo del golf. Jaime Ortiz-Patiño era un gran hombre; creó algo muy especial, una obra maestra que permanecerá para siempre.

“Lograr la victoria en Valderrama no fue ganar un torneo más, para mí tuvo un mayor significado: era el primer jugador español que conseguía triunfar en su campo, en el campo al que él se había dedicado en cuerpo y alma y quería tanto. Fue una victoria muy especial, en un lugar muy especial, que guardaré como un tesoro. Todo mi cariño y apoyo para sus hijos, Felipe y Carlos; son una familia con la que siempre he mantenido una estrecha relación y les tengo mucho cariño”.

ÁLVARO QUIROS, jugador del Circuito Europeo: “Está claro que Jaime Ortiz-Patiño revolucionó esta zona; el mundo entero la conoció a través de los grandes torneos que se han jugado en Valderrama y se veían por televisión, eso sirvió para atraer a mucha gente, a un turismo del bueno que ha generado riqueza y bienestar.

“Como niño que ha crecido en Guadiaro y se he formado como golfista en La Cañada, le estoy muy agradecido; este campo nació y se ha sustentado gracias a él que cedía maquinaria, herramientas, material… y ayudaba en todo lo que era necesario. Todos los años organizaba el “campeonato de los bombones” para los mejores niños de La Cañada, sólo el hecho de participar era en sí un premio buenísimo, invitaba a unos 30 niños a jugar los Pares 3 de Valderrama y les regalaba una caja de bombones. Yo empecé a jugar al golf tarde y sólo pude participar una vez.

“Gracias a Jaime Ortiz-Patiño puedo entrenar en Valderrama y allí me siento como en mi casa. Carlos Espinosa, el caddie master, que también es de Guadiaro, le dijo un día a D. Jaime: “Hay un chico muy bueno en La Cañada que va a llegar al Tour Europeo y no tiene muchos medios, estaría bien que le dejase usted entrenar aquí”. Además, me recomendó Emma Villacieros. Me citaron en Valderrama, me entrevistó él mismo y… hasta hoy. “Siempre que me veía en el campo de prácticas se acercaba a saludarme, o yo entraba a decirle hola a su despacho, y nos tratábamos con mucho respeto. Desde que empecé a participar en el Masters me aconsejaba: “Álvaro, tienes que jugar mucho los hoyos cortos de Valderrama para coger la velocidad de los greenes de Augusta”.

GEORGE O’GRADY, consejero delegado del Circuito Europeo: “Jaime Ortiz-Patiño ha proporcionado momentos de orgullo al Circuito Europeo; él fue quien, de alguna manera, cambió el curso del golf en Europa.

“Su visión y dedicación al deporte del golf a través del Volvo Masters y, por supuesto, la Ryder Cup, han sido inigualables al igual que la excelencia en cuanto a la preparación del campo. Puso el listón muy alto, antes nadie había visto un campo en las condiciones en las que él presentaba Valderrama. Fue un caballero y le echaremos mucho de menos”.

ÁNGEL GALLARDO, vicepresidente del Circuito Europeo: “Pasamos muchos y buenos momentos juntos, los mejores fueron durante la preparación de la Ryder Cup del 97. Cada día llegaba a las reuniones a las 6 o 6.30 ¡de la madrugada! Un día intenté llegar antes que él y allí estaba esperándome”.

“Una noche que estábamos tomando un copa, después de un día agotador, no paraba de decirme: “Ángel, hay que hacer esto, lo otro… Tenemos que cambiar esto, aquello…”. Yo le respondí: “Es la Ryder Cup, tenemos un gran equipo y lo único que hace falta es que nos dejes trabajar”; me miró y contestó: “Es verdad, tienes razón. Me estoy volviendo un dictador y no necesitamos ninguna otra dictadura”.

“La última vez que le vi fue en noviembre, vino a cenar a mi apartamento en Crans-sur-Sierre. Trajo un vino muy bueno y cenamos “Fondue Bourstaff. Fue una velada muy agradable”.

“Creo que Jaime no sólo ha hecho mucho por el golf español sino también por el europeo; ha sido “el alma” del golf en Europa. Nosotros le nombramos Vicepresidente Honorífico del Circuito Europeo, un merecidísimo reconocimiento para un gran hombre”.

MEL PYATT, fundador del Volvo Masters, trabajó codo a codo con Jaime Ortiz-Patiño durante 16 años: “Hoy es un día triste; siento mucho la pérdida de mi amigo Jimmy. En 1987 nos dimos la mano y comenzamos a trabajar en la organización del Volvo Masters en Valderrama. Fue un acuerdo entre caballeros, no hubo necesidad de firmar un contrato.

“Mantuvimos una estrecha relación personal y empresarial, respetándonos el uno al otro; compartíamos los mismos valores estando convencidos de que podíamos llevar a cabo el mejor torneo de golf profesional de Europa. El Volvo Masters y Valderrama establecieron los más altos estándares en calidad, siendo reconocidos y seguidos por todos. Esto no habría sido posible sin la pasión y perfección de Jimmy. El mundo del golf le echará de menos”.

NUNO DE BRITO E CUNHA, presidente del Club de Golf Valderrama: “Creemos que es importante recordar el gran legado y la aportación de “Jimmy” al mundo del golf. Trabajó de manera incansable para lograr que Valderrama acogiese la Ryder Cup de 1997, dieciséis ediciones del Volvo Masters y los Campeonatos del Mundo AMEX. Todos sabemos que la Ryder Cup jamás hubiera salido de las Islas Británicas de no ser por su perseverancia y visión”.

“El golf español debe estar profundamente agradecido por su trabajo y por la valentía que tuvo para convertir el Club de Golf Valderrama en un referente mundial. La promoción recibida por Sotogrande, San Roque, Andalucía y España es impagable y todos estamos muy agradecidos por ello”.

“La obra de D. Jaime perdurará en el tiempo, los momentos históricos vividos en los torneos celebrados en Valderrama nunca se olvidarán y quedarán para siempre en la memoria de los aficionados al golf. Descanse en paz”.

“SE NOS HA IDO ALGO DE NUESTRA TIERRA”, Ángel de la Riva

“Aún no somos conscientes de la enorme pérdida sufrida con la desaparición de Don Jaime Ortiz Patiño... Excelentísimo Señor, en toda la extensión de la palabra, dedicado en cuerpo y alma a su pasión desmedida y altruista, a nuestro querido deporte, el golf. Por él trabajó toda su vida, como jugador, como directivo, como obrero, pues no tenía horas para dedicárselas, se iba de madrugada, o de noche, con la cuadrilla de operarios a supervisar y vigilar los trabajos para que todo estuviera perfecto.

Así, consiguió el maravilloso club y campo de Valderrama, hoy gracias a él, su empeño, su sacrificio y trabajo; solo con oir ese nombre, en Norteamérica y en todo el mundo, se sabe que esta maravilla está en San Roque, Cádiz, Andalucía y por ende en España.

Lo que este señor ha hecho por nuestro golf es de una categoría, de una envergadura y de unas proporciones inimaginables. Antes que él llegara, por supuesto, muchos otros personajes ilustres, aportaron y ayudaron al golf andaluz muchísimo, pero...el campanazo...lo dió Don Jaime trayendo la Ryder Cup a la Costa del Golf, ¡que se dice pronto! a su amado Campo, admirado desde entonces por miles y miles de jugadores que vinieron a pisar la misma hierba que antes lo hicieron estrellas mundiales de este deporte, a jugar sus difíciles greenes, bunkers...,en fín a poder decir "He jugado en Valderrama". Y todo esto... ¿Gracias a quién?

A quién con todo nuestro dolor y agradecimiento infinito hoy despedimos de este mundo, pero no de nuestros corazones, pues nadie muere del todo mientras sea recordado... y Don Jaime nunca morirá... seguirá vivo, paseando por nuestros campos que él tanto quiso, Sotogrande el que primero conoció, Valderrama su obra maestra y La Cañada, la niña de sus ojos, lo sé.

Que Dios le bendiga, y allí donde esté nos vea recordarle y quererle siempre... siempre, muchos lo seguiremos haciendo.

Alucinio, sé como te sientes, con el dolor immenso de haber perdido una persona muy querida para ti, con la que has convivido más de cuarenta años, en especial los últimos.

¡Gracias, Jaime, por todo lo que nos has dejado tras tu marcha! Muchas cosas quedan en el tintero..., otras dentro de mi alma”.