“Aquí tratamos al cliente como socio desde el primer día"

El abogado Luis Fernando Linares Torres se hizo cargo de la empresa y la gestión del club de golf costasoleño Doña Julia hace algo más de tres años. Antes había sido consejero delegado de otros dos clubes malagueños: Valle Romano y La Quinta, así que cuenta con una dilatada experiencia en el mundo del golf

–Doña Julia es uno de los casi 70 campos que tiene la Costa del Sol. ¿Cómo trataría de convencer al lector para que elija jugar en él?

En este momento Doña Julia es sin duda un campo abierto donde el cliente es tratado como socio desde el primer instante. Además en cuanto a vistas, disfrute del juego y calidad de construcción es uno de los más avanzados de la costa, el único con La Cañada jugable después de precipitaciones copiosas e intensas.

–Hacerse cargo de la gestión de un campo de golf en tiempos de crisis, como hizo su empresa, ¿no es un negocio un tanto arriesgado?

Eso es una certeza económica, sin embargo siempre he creido que la generación de valor(el campo estaba cerrado y con varios hoyos invadidos por el derrumbe de la urbanización) siempre supone una oportunidad hacia el futuro, la generación de sinergias y nuevas espectativas, el renacer de las dos mil viviendas que las rodea una oportunidad que supone un bien general, la creación o la recuperación de puestos de trabajo y la satisfacción de miles de jugadores. Es cierto hemos perdido mucho dinero pero hemos generado una fuerza que tirárá de ese lugar y, tal vez las ilusiones y el bien hecho tengan más valor que esa pérdida circunstancial o definitiva. El riesgo forma parte de la vida y los negocios, el valor perdura y termina volviendo. Lo creo, lo sé y lo he vivido en mi propia experiencia.

–¿Cuáles son las claves para atraer a un golfista a un determinado campo de golf y que salga con buen sabor de boca?

Atención, un mantenimiento adecuado y en sí bello, darles a todos la oportunidad de sentirse como en su club, con un nucleo estable de acogida y simpatía.

–Otro de los atractivos turísticos de Benahavís es su belleza paisajística. ¿Qué parajes destacaría en este sentido?

Conocimiento del campo, precio-calidad y disfrute en el juego. A nosotros nos falta llegar a más gente y a los démas responder a las nuevas espectativas.

–Su compañía tiene una división inmobiliaria. ¿Es un buen momento para comprar o se prevén más reducciones de precio en las viviendas?

Éste es el momento, sin duda. Lo he anticipado en radio cada semana y en la revista Capital, donde escribo habitualmente. Primero la costa con más calidad. Barcelona, Madrid, el Norte, Pamplona, San Sebatián y Bilbao, y de ahí hacia adelante.

–Parece que el sector del golf se está recuperando y va mejorando poco a poco. ¿Es optimista o cree que todavía falta mucho para la recuperación total?

Es un momento distinto, hay vías alternativas de comercialización, el cliente busca relación precio calidad, la localización es importante y la dificultad está todavía en el turismo de aquí.

–¿Qué factores cree que influyen más en los golfistas europeos que visitan la Costa del Sol: calidad de los campos, precios...?

 

Conocimiento del campo, precio-calidad y disfrute en el juego. A nosotros nos falta llegar a más gente y a los démas responder a las nuevas espectativas.

–¿Qué deberían de hacer las administraciones públicas para potenciar este destino turístico de golf?

Concienciarse del valor económico, ecológico y de futuro del turismo de golf.

 

–¿Cree que corre peligro el liderazgo de la Costa del Sol como destino turístico de golf en Europa ante el empuje de nuestros competidores?

Turquía y Bulgaria están haciéndolo muy bien. Sin embargo, la Costa del Sol por climatología, calidad de los campos, ubicación, infraestructuras, belleza natural, marca y lugar de residencia habitual de muchos extranjeros, solo puede crecer, salvo que nos empeñemos en los prejuicios, poses, sofismas y otras dolencias del conocimiento y la responsabilidad

–Sus muchas ocupaciones, ¿le permiten jugar al golf con frecuencia?

Seguro que en doña Julia y la Quinta de la que soy socio o Atalaya, llena de amigos juego al menos una vez a la semana y algunas dos. El golf ha cambiado mi vida y es un alivio en la responsabilidad y la oportunidad de los amigos, muchos de ellos volcados con nuestro proyecto.