Hotel Almenara

Abierto en 1998, Almenara, de 27 hoyos y tres recorridos muy diferenciados, es un producto de la mente del ex jugador de Ryder Cup y prestigioso diseñador de campos Dave Thomas.

El campo incluye una magnífica academia, posiblemente una de las más completas del sur de España, y se encuentra ubicado dentro de un soberbio resort: hotel, spa, restaurantes, etc.

Aunque lo visito con frecuencia, hacía años que no jugaba aquí. Muchas cosas han cambiado desde entonces. Entre otras, ahora al frente de las instalaciones se encuentra un nuevo director de golf, Ricardo Andrades, que cuenta con una amplia experiencia en este sector. Más de quince años lleva batallando entre la comercialización y la turoperación internacional de este segmento tan importante del turismo. También hace un par de años se incorporó el greenkeeper José María Menacho, que ha conseguido unos resultados espectaculares. Ahora el campo está espléndido.

Como empieza a ser una agradable costumbre, también en esta ocasión juego con el nuevo head-pro, Rafale Lavigne. Los profesionales de club tienen un conocimiento exhaustivo de su campo, conocen cada rincón, cada árbol, cada búnker estratégicamente situado, saben el golpe que hay que dar en cada momento, el hierro a utilizar...

De los tres recorridos de Almenara, Rafael elige Los Arcornoques y Los Lagos (el otro es Los Pinos), ya que le parecen los más retadores, los más atractivos. Minutos más tarde, entendería el motivo de su elección: muy pocos campos pueden presentar un entorno así, con esa vegetación, con tanta agua... No son en absoluto fáciles para un handicap medio alto y siempre te van a incitar a repetirlos.

El primer hoyo de Los Alcornoques, par 4 de 381 metros y handicap 8, presenta un tee en alto, con fuera de límites a la izquierda y agua a la derecha. Se puede jugar el drive, pero sin intentar forzar demasiado. El segundo golpe nos quedará a unos 130 o 140 metros de un green bastante pequeño, protegido por un búnker a su izquierda y con agua detrás. Es casi mejor intentar quedarse corto.

El hoyo 2, par 3 de 161 metros, no ofrece dificultades excesivas. El tee vuelve a estar en alto y el green presenta dos plataformas muy pronunciadas, con dos bunkers a izquierda y derecha.

El 3 es el primer par 5 de este recorrido. Mide 495 metros y es handicap 11. Para el golpe de salida no es recomendable pegar más de una madera o hierro 3 porque hay un riachuelo que cruza la calle y podría alcanzarse con el drive. El segundo golpe es estratégico: o se decide quedarse corto, antes de un bunker situado en medio de la calle, o se tira a sobrepasarlo con una madera 3 y eso que se entiende por un golpazo para intentar llegar a green o a sus proximidades. El green es bastante ancho, con dos plataformas y dos bunkers que lo protegen por su derecha.

El 4 es otro par 5, de 453 metros, handicap cinco. Es un dogleg a la izquierda con un lago también a la izquierda de la calle que entra en juego con el drive. El golpe hay que situarlo en medio porque a la derecha hay un bunker al acecho. En el segundo golpe es preferible quedarse corto porque hay un bunker grande y complicado antes del green, a su derecha.

El 5 es un precioso par 3 de 136 metros y handicap 18. El green, muy ancho, está rodeado de bunkers y hay un pequeño lago delante, pero el golpe no ofrece dificultades excesivas.

El 6, par 4 de 341 metros y handicap 2, es posiblemente uno de los hoyos más atractivos del recorrido. Toda la calle está bordeada por su izquierda por un gran lago. Para los handicaps medios es mejor usa el driver, pero para los bajos es preferible madera 3 o hierro porque la calle es muy estrecha. El green es largo y estrecho y está protegido por bunkers a ambos lados.

El 7, par 4 de 323 metros, también está bordeado por un gran lago a su izquierda, casi hasta el green. En medio de la calle hay dos árboles y un gran bunker. Conviene quedarse antes de esta trampa de arena para después pegar hierro 8 o 9. Delante del green, por su derecha, hay otro pequeño lago, y dos bunkers a cada lado. Es un hoyo bastante complicado.

El 8, de 348 metros, par 4 y handicap 4, vuelve a tener el tee un poco en alto, como en gran parte de este recorrido. Hay que pegar con el driver, pero teniendo en cuenta un gran bunker a la derecha y otro a la izquierda. Antes de llegar a green, un pequeño arroyo atraviesa la calle. Cuidado con quedarse corto. También este hoyo está delimitado por el agua en todo su lateral izquierdo.

El último hoyo de Los Alcornoques, el 9, un par 4 de 318 metros, no presenta muchas dificultades. El green fue totalmente reformado hace un año y medio aproximadamente. Es un hoyo cuesta arriba, con un gran bunker a la derecha de la calle, a la caída de drive, y estacas rojas a la izquierda de todo el hoyo. Al green reformado se le han puesto dos grandes plataformas, que complican mucho el putt.

El primer hoyo del recorrido de Los Lagos es un par 4 de 348 metros, dogleg a la izquierda, que cuenta con varios bunkers a la derecha de la calle y otro a unos cincuenta metros de éstos para los grandes pegadores. Para el segundo golpe hay que tener mucho cuidado porque hay fuera de límites a la izquierda y un gran árbol en el centro. Hay otro gran y complicado bunker a la derecha de un green bastante grande y difícil por sus numerosas caídas.

El hoyo 2 es un par 3 de 152 metros cuesta abajo. El green, amplio, está muy protegido por bunkers.

El 3, par 4 de 381 metros, es otro de los hoyos espectaculares de Almenara. Bastante estrecho y con mucha agua. El golpe de salida habrá que hacerlo con madera 3 o hierro, para no llegar al lago que tenemos delante y que llega hasta la parte posterior del green por su derecha. El segundo golpe se complica porque también a la izquierda del green y antes de él hay cuatro bunkers complicados. A la derecha hay otro y el lago, que nos obligan a ir prácticamente rectos.

El 4 es un par 5 de 438 metros, handicap 4, donde debemos apoyarnos por la izquierda porque hay un gran lago a la derecha. A la izquierda hay out. A la caída de drive, bunkers a derecha e izquierda. El segundo golpe es de precisión pegando por la izquierda, porque seguimos con el lago hasta llegar al green, que cuenta con tres plataformas.

El 5, par 4 de 396 metros, es el handicap 1 del campo, un dogleg a la derecha de casi 90 grados, con bunkers a izquierda y derecha a la caída de bola, agua lateral cruzando la calle y out a la derecha. El segundo golpe es cuesta arriba a un green de los más difíciles del campo.

El 6, par 4 de 317 metros, es otro de los emblemáticos de Almenara, rodeado de agua casi por todas partes. Para un handicap medio es recomendable pegar madera 3 o 5 para asegurar. A la caída de bola hay una gran roca en el lado izquierdo y el lago a la derecha. El segundo golpe nos obliga a sobrevolar el agua para llegar a un green muy protegido por bunkers y el agua.

El 7 es un par 3 de 164 metros, handicap 6. Se hace largo porque hay que sobrevolar un lago para llegar a un green estrecho al principio que se divide en dos plataformas. A la derecha hay un bunker pequeño pero profundo.

El 8 es un par 5, ligero dogleg a la izquierda, de 456 metros. En este hoyo tenemos agua lateral en el lado derecho y out por toda la parte izquierda. A la caída de drive hay tres pequeños bunkers a la izquierda. El segundo golpe es mejor que sea de aproximación porque el green es muy pequeño y estrecho.

El recorrido de Los Lagos acaba con un par 4 de 338 metros, handicap 3. Hay agua lateral en la izquierda y out a la derecha. Es una calla estrecha, pero al ser cuesta arriba permite una salida de drive.

El green, protegido por dos bunkers a la entrada, cuenta también con dos plataformas muy complicadas, que parecen ser la firma de la casa.

Almenara es un campo que no va a dejar indiferente a nadie. Siempre se va a acabar la ronda con la sensación de poderla haber hecho mucho mejor y con el deseo de repetirla para superar retos una vez conocido el terreno de juego.

Sus tres recorridos son totalmente diferentes, parecen más tres campos en uno que otra cosa. Los Pinos, que esta vez no tuve oportunidad de jugar, es aparentemente más fácil, más adaptado a los handicaps altos.

Para Rafael, los hoyos más destacables de este recorrido son el 1, un par 5 cuesta abajo muy bonito, el 3, el 6, handicap 1, y el 9, que llega ya a la casa club y al hotel NH Almenara.

Disfruté de un día magníficamente soleado de paz y silencio. Me impresionó la gran calidad de los greenes y el trabajo que han realizado para mantener este campo en perfectas condiciones.

Tras la ronda, sentado en el restaurante bajo un gran parasol, llegó el momento de comer y beber algo. En cualquier otro sito a este restaurante se le denominaría hoyo 19, pero en Almenara, por razones obvias, se llama el Hoyo 28. La vista, que se extiende sobre la macrourbanización Sotogrande, con el Mediterráneo al fondo, es cautivadora. Salí de mi estado de deleitación cuando un amable camarero anotó diligentemente mi pedido. Casi de inmediato una cerveza estaba sobre mi mesa, y apenas había terminado de beber cuando el salmón ahumado que había pedido estaba ya allí. Máxima eficiencia.

La comida fue buena y la cuenta, comedida. Sólo la vista que se divisa desde allí merece ser pagada. Sin duda volveré pronto.

Almenara Golf Resort pertenece a NH Resorts, división vacacional de NH, caso también del NH Sotogrande, que se encuentra a pocos minutos.

NH Resorts, que cuenta con más de veinte hoteles vacacionales en España, Italia, Caribe y otros destinos, acaba de inaugurar su nueva joya en Sicilia: Donnafugata Golf Resort, un hote lde cinco estrellas con dos magníficos campos de golf, un links y un parkland. Este último ha sido diseñado por el Caballero Negro, Gary Player.

El complejo será sede próximamente del primer Open de Sicilia, perteneciente al Circuito Europeo de la PGA.

Para más información sobre los hoteles de NH Resorts, se puede visitar la página web www.nh-resorts.com.