Alejandro Hermann, prestigioso y cotizado pintor afincado en Marbella, se incorpora al Circuito Andalucía Golf Challenge donando obras de arte a los ganadores de las distintas pruebas, así como otras para sortear. Se trata de cuadros exclusivos de pequeño formato que constituyen la puerta de entrada al universo de este gran artista plástico. www. alejandrohermann.com

Estamos ante uno de los pintores más conocidos y exitosos de Marbella, un artista que traslada al lienzo un mundo creativo que trasmite emociones. Domina el pincel, las texturas, el color, y plasma su creatividad en obras abstractas, figurativas o realistas que incitan a meditar y conmoverse. Alejandro Hermann tiene una galería al inicio de la conocida como Milla de Oro de Marbella, en el complejo Tembo, que se suma a su estudio y exposición ubicados en Nueva Andalucía.

De hablar pausado, rostro afable, modales exquisitos, Hermann es un artista que trasmite paz y sensibilidad no sólo a través de su obra pictórica sino también de su propia personalidad. Es un ciudadano del mundo que nació en Argentina y ha vivido la mitad de su vida en diversos países europeos.

Residió en París durante veinte años y allí comenzó su brillante singladura artística, que le ha hecho navegar por diferentes etapas creativas hasta alcanzar una madurez que se plasma en la solidez y belleza de su obra actual. Domina el color, las texturas, los trazos, la perspectiva… Desde su estudio en Marbella, ciudad en la que recaló por primera vez hace cuarenta años y en la que hace una década estableció su residencia, transforma su talento en obras de arte en las que conjuga estilos y materiales, trabajando sobre diferentes soportes y creando siempre belleza conmovedora.

Casi 3.000 cuadros a lo largo de su prolífica carrera dan fe de su espíritu de trabajo y del volcán creativo que bulle en la mente de este artista. Su modestia le lleva a decir que “me doy cuenta que con tantísimo años de profesión todavía no sé nada: me sorprendo como un niño”. De hecho, su lema preferido es “vivo aprendiendo”. Para poder experimentar los cuadros de Alejandro, descubrir su talento artístico y su excepcional estilo, hay que vivir la fuerza y la belleza que estos transmiten. Alejandro define su arte como una mezcla de expresionismo, realismo y onírica espiritual. Sus obras se han podido visitar de forma colectiva, privada e individual en diferentes lugares como Marbella, Sevilla, Barcelona, Pamplona, Londres, Salzburgo, St. Moritz, Innsbruck y Lugano, entre otros.

A pesar de la multitud de estilos y materiales con las que el artista trabaja, todas sus obras tienen una cosa en común: inspiran al espectador a pensar. Una de las características más impresionante en las obras de Alejandro, y la clave de su éxito, es la representación psicológica del personaje y su estado anímico y espiritual. En sus obras utiliza frecuentemente diferentes materiales en el lienzo como telas de diferentes colores, madera, hojas, papeles, piedras, monedas... para dar solo unos ejemplos. Su innovador uso de los distintos materiales da cierta plasticidad y aumenta el aspecto compacto de los personajes.

Para Alejandro, su gran maestro es Leonardo Da Vinci, a quien considera ”un verdadero genio y una fuente de inspiración para casi todo en la vida" En varios de sus cuadros utiliza el estilo claroscuro, característico de la pintura de Leonardo: la delicada transición de la luz a la sombra cuando un tono más claro se funde con otro más oscuro. El uso de contrastes acusados entre los volúmenes iluminados y los ensombrecidos del cuadro. Esta técnica pictórica le permite destacar más efectivamente la figura central iluminada por una fuente de luz ausente del plano del cuadro. Las pinturas de Hermann conjugan un estilo audaz y técnicas que son el sello distintivo de su éxito.

Su obra impresionista tiene un efecto ligeramente realista. Para Hermann, el pincel es como una pluma a un poeta, y su paleta de un torbellino de emociones a la espera de ser puesto en libertad. Su arte es un canal de comunicación en el que se busca y obtiene sus colores, como el poeta lo hace con palabras en sus versos, sólo para ser repartidos en el lienzo, como un libro abierto, cargado de imaginación. Alejandro es un eterno romántico cuyos ojos buscan la belleza y simplicidad atrapadas en la realidad mundana de hoy. Cada uno de sus cuadros representa una alegoría a la vida, cargado con diferentes emociones y "escrito" con rimas multicolor. A través de su obra, Alejandro Hermann se abre una ventana a las múltiples realidades que conforman su mundo, que nos permite ser los espectadores pasivos de un flujo interminable de ideas, sentimientos e imágenes que vierten fuera de su corazón desnudo y siempre curiosa.