El golf quiere dejar de ser considerado como “el patito feo” de la economía andaluza y poner en valor su contribución al desarrollo económico y turístico de la región. Así lo ha afirmado Carlos Pitarch, presidente del Comité Comercial de la Federación Andaluza de Campos de Golf en una mesa redonda junto con representantes de otros sectores demandantes de agua.

Las declaraciones tuvieron lugar durante el acto de presentación del informe “Diagnóstico sobre las necesidades de agua en Andalucía”, que ha elaborado la Confederación de Empresarios del Sur de España (CESUR).

Para defender su tesis, Carlos Pitarch ha recurrido a numerosos datos que avalan tanto el papel económico del golf como su huella de carbono casi nula y el mínimo consumo de agua convencional.

Concretamente, el ejecutivo ha traído a colación que, en comparación con el millón largo de hectáreas de regadío agrícola en Andalucía, el golf sólo riega 3.500, de las cuales el 75% se riegan con agua reciclada mientras que en el resto de la superficie donde no se utiliza se debe a que estos campos no tienen acceso a ella.

En este sentido, ha congratulado a la Administración por su contribución a nivel de canalización de agua reciclada de calidad para el regadío de los campos de golf y ha reclamado que se siga invirtiendo para aumentar aún más la eficiencia y la sostenibilidad del sector.

“Todos los campos con acceso al agua reciclada hacen uso de ella, por lo que la sostenibilidad total del sector pasa por continuar con estas canalizaciones. Sin embargo, los campos de golf son pymes, que no tienen capacidad de ejecutar estas inversiones por sí mismos. Cuando la Administración Pública las ha realizado en el pasado, ha contribuido a generar una Industria que hoy da trabajo a decenas de miles de andaluces, y esa Industria durante estos últimos años ha devuelto a la sociedad andaluza, y a las arcas públicas, esa inversión multiplicada por cien”, manifestó Carlos Pitarch.

El representante de la Federación Andaluza de Campos de Golf ha destacado que la Industria Turística del Golf va más allá de la simple actividad de los campos de golf, ya que, si bien los 100 campos de golf en Andalucía facturan alrededor de 200 millones de euros al año, producen un ingreso directo total de 2.200 millones, que benefician a multitud de empresas y trabajadores relacionados con alojamientos, restauración, ocio, comercio, transporte, etc.

Por ello se estima que el impacto global en la economía andaluza –sumando al ingreso directo el impacto indirecto– equivale al 3% del producto interior bruto de la región.

“Los datos demuestran que el sector de los campos de golf en Andalucía lo componen un centenar de pymes, no siempre rentables, que han generado un ecosistema económico muy superior a la facturación de estas cien instalaciones, y que beneficia a una parte muy grande de la sociedad andaluza. Y todo eso lo consiguen con un consumo mínimo de agua en términos globales. Cuando hablamos del destino de nuestra agua, no existe una industria que genere más empleo, más ingresos y más repartidos que el golf”, dijo Carlos Pitarch.

“Nuestro objetivo además es convertirnos en un consumidor cero de agua convencional, pero para ello necesitamos el acceso al agua regenerada para todas nuestras instalaciones. No hay una actividad más sostenible que convertir un residuo del que hay un excedente en un activo mediante la regeneración del agua, y por tanto materia prima de una industria turística. Es el golf el que lo consigue en nuestra región”, concluyó Carlos Pitarch.

Andalucía es la comunidad de España con mayor número de campos de golf, que, según un reciente estudio realizado por el IE para la Asociación Española de Campos de Golf y la Real Federación Española de Golf, facturan un 27,9% del total nacional (216,79 millones de euros) y generan más de 52.000 puestos de trabajo anuales tras sumar los producidos directamente por los campos de golf (4.452) y los que corresponden al turismo de golf, que suponen un total de 47.646 empleos, directos, indirectos e inducidos.

Debido a su importancia como motor económico de la región y a que el consumo de agua por los campos de golf se traduce en mayor riqueza y empleo para la economía en su conjunto, el ponente ha defendido que se reduzca la fiscalidad para permitir que el sector siga siendo rentable en estos tiempos de grandes dificultades económicas en los que el golf andaluz se ve seriamente afectado por la ausencia de la llegada de turistas a la región.

“Tenemos que poner el agua donde genera más empleo”, ha afirmado Pitarch, quien también ha criticado que en tiempos de crisis se recurra al aumento de la presión fiscal para equilibrar las cuentas públicas con cargo al sector privado, dificultándole aún más su salida de la crisis, cuando debería ser al revés, “ya que de lo que se trata es de ayudar a la recuperación económica. Ahora se habla mucho de las ayudas públicas a las empresas en general, y no hay mayor ayuda que reducir la presión fiscal aplicando el IVA reducido del 10% a la industria turística del golf, bonificar el IBI los años sin ingresos, y permitir un mayor crecimiento económico, lo que conllevará más recaudación para el sector público en el futuro”.
Para recapitular, Carlos Pitarch ha presentado como principales reclamos del sector de golf en Andalucía mayores inversiones en infraestructuras, acceso a agua reciclada de buena calidad y a buen precio y que se empiece a considerar el golf como lo que es: una industria que atrae a más de seiscientos mil turistas a Andalucía cada año, un motor económico generador de empleo de calidad y el cultivo más rentable de toda la región.