Los ganadores del décimo circuito Andalucía Golf Challenge, Destino República Dominicana, Ocean´s 4, Bahía Principe, tendrán un año más un gran premio único y muy especial: un viaje con todo incluido, avión, estancia y golf, al gran resort de Bahía Principe de Nueva Romana, ubicado en una de las mejores zonas de la isla, a medio camino entre Santo Domingo y Punta Cana.

Serán nueve días intensos en los que los cinco jugadores o jugadoras que logren imponerse en la gran final que, se celebrará el 21 de noviembre en Atalaya Golf & Country Club, podrán disfrutar, además de las playas y el agua cristalina caribeña, de los mejores campos de República Dominicana: Ocean´s 4, nuestro anfitrión, Punta Espada, en Cap Cana, y Teeth of The Dog, en Casa de Campo.

República Dominicana es sin duda uno de los destinos turísticos preferido por los españoles, y también se está convirtiendo en una meca para los aficionados al golf.

Y es que no puede ser de otro modo. Esta isla tiene mucho que ofrecer. Cuando llegas a Santo Domingo, o a cualquier otro aeropuerto, nada más bajar del avión te embarga una extraña sensación de bienestar; se recibe un bofetón de calor, de humedad, de olores... enseguida notas esa sensación placentera que te permite pensar:  por fin ¡ ya estoy aquí,  esto es lo que me gusta !. La gente es diferente, de trato amable en general, acogedora, menos tensa. Todo te predispone a romper con tu rutina habitual y prepararte para el gozo.

Casi de inmediato se evapora el estrés, dejas atrás tus preocupaciones y casi hasta olvidas el nombre de tu contable. Empiezas a vivir.

República Dominicana ha evolucionado muchísimo en los últimos años: las infraestructuras han mejorado enormemente. Las carreteras ya no son lo que eran, autovías y autopistas conectan los puntos claves de la isla. Ahora es muy fácil, rápido y seguro trasladarse por el país.

El hotel en el que se alojarán los ganadores del X circuito Andalucía Golf Challenge, situado en el gran complejo Nueva Romana, está a apenas cuarenta y cinco minutos del moderno aeropuerto de la capital del país, en el corazón turístico de la isla. 

Se accede a él desde la autopista que une Santo Domingo con Punta Cana, a través de una amplia avenida ajardinada, con una vegetación exuberante a su alrededor. Aquí no es espacio lo que falta. Todo es a lo grande.

La recepción es lujosa y elegante, muy abierta y decorada con exquisito gusto y estilo tropical. La simpatía con la que te reciben te hace sentirte bienvenido inmediatamente. Es la mejor forma de empezar unos días de relax en el destino soñado: comienza la gran experiencia dominicana.

A partir de aquí solo hay que dejarse mimar y prepararse para los días de golf que nos esperan en los mejores campos del Caribe, degustar su exquisita gastronomía y disfrutar de las playas de ensueño del entorno.

“Nuestro resort” -nos cuenta el director general del complejo, Francisco J. Ropero- “se encuentra en una ubicación privilegiada de la isla, a muy poca distancia de los principales aeropuertos, tanto el de Santo Domingo como el de La Romana o Punta Cana. Desde aquí podemos llegar en muy poco tiempo también a la mayoría de los campos de golf del país y a los principales centros turísticos de la isla: La capital de la república está a menos de una hora (merece la pena visitar su zona colonial), lo mismo que Punta Cana; Samaná está un poco más lejos, pero a una distancia razonable”.

“Tenemos aquí dos hoteles diferentes” -sigue- unidos pero diferenciados: el Luxury Bahía Principe Bouganville que es nuestro cinco estrellas gran lujo; y el otro, el Gran Bahía Principe La Romana, que es también cinco estrellas pero con un carácter más familiar. Estamos enclavados dentro de un macroproyecto, en pleno desarrollo, de casi seis kilómetros cuadrados, que cuenta, además de los dos hoteles, con dos campos de golf, uno de nueve hoyos y otro de 18, zona residencial, que irá ampliándose, una marina, etc.”

El Grupo Piñero, propietario de los resorts Bahía Principe, es uno de los de mayor implantación en esta isla caribeña; además del gran complejo de Nueva Romana, su mayor concentración hotelera en República Dominicana se encuentra en Punta Cana, donde cuenta con siete magníficos hoteles. Y junto a ellos un campo de golf que no pertenece al grupo, Punta Blanca, al que se puede llegar caminando. Muy cerca están otros grandes campos de la Isla.

También el grupo cuenta con hoteles en Samaná, dos de ellos en la península y otros dos en la isla Cayo Levantado. Más al norte, en Rio San Juan, se ubica el primer hotel abierto por el grupo en R. Dominicana.

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EL MEJOR GOLF DEL CARIBE

Otra de las grandes ventajas de alojarse en este resort es que, sin salir del complejo, y en menos de cinco minutos se llega a su gran campo de golf, Ocean´s 4,  que inauguró sus dieciocho hoyos hace algo más de dos años, pero que ya está en disposición de presentar sus credenciales para situarse entre los mejores y más prestigiosos recorridos de la isla, que es casi lo mismo que decir del Caribe.

El club, que también cuenta con nueve hoyos pares tres,  lo dirige un gran experto en gestión de campos, Carlos de Linares.

Este es el segundo campo que el Grupo Piñero abre en el Caribe. Ya cuentan con otro magnifico recorrido en Rivera Maya (México), que el pasado año fue el anfitrión de los ganadores y acompañantes de la novena edición del circuito Andalucía Golf Challenge.

Al frente de la división de golf del Grupo han tenido el gran acierto de situar a Vanessa Vignali, una reconocida jugadora profesional que inició su carrera en el mismo campo que Sergio García, el Club de Campo Mediterráneo. A los quince años ya era hándicap 0 y, aunque continuó con sus estudios hasta hacerse ingeniera industrial y luego obtener un master en gestión de empresas, decidió convertirse en jugadora profesional y dedicarse a la competición. Es que el golf es su pasión y su vida.

“De Ocean´s 4,” -  dice Vanessa -  “destacaría, además de su gran diseño, su privilegiada ubicación junto al mar Caribe, con cuatro hoyos pegados al agua que casi te pega en la cara cuando los juegas.

La belleza y la sensación única de jugar esos hoyos es inenarrable: ese mar turquesa, la suave brisa que siempre hay, los acantilados que a veces hay que sortear, la vegetación compuesta por cocotales, almendros o uva de playa... es algo muy especial”.

“Pero también”, añade, “cuando el campo transcurre hacia el “interior” contamos con hoyos de gran belleza e incluso mucho agua, especialmente en la esquina formada por los hoyos dos, tres y cuatro. El 3 es precioso, con un green en isla que es todo un reto, aunque no es muy largo”.

“Éste no es un campo que se pueda definir como tipo links, parkland, desert y Caribe. Es una mezcla de todos esos estilos con partes muy diferenciadas entre si. El recorrido combina hoyos más técnicos o estratégicos, en los que tienes que pensar bien como jugarlos, con dos opciones casi siempre, una más arriesgada y valiente, frente a otra más conservadora pero más larga, con otros muy anchos en los que pegarle a la bola con toda el alma”.