A Lee Westwood le trajo suerte Aloha cuando en 2007 estableció el record  del campo con 64 golpes y ganó el Open de Andalucía, del Circuito Europeo. El jugador inglés acababa en el magnífico club de golf marbellí con una sequía de victorias y empezaba entonces una racha de triunfos y buenos resultados que le llevarían a convertirse en el número uno del mundo.

Enclavado en el Valle del Golf de Marbella, en la macrourbanización Nueva Andalucía, a espaldas del famoso Puerto Banús, Aloha Golf Club, obra póstuma de Javier Arana, vio la luz en 1975. De estilo parkland, este par 72 de 6.293 metros se asienta en un terreno ondulado salpicado con algunos lagos y discurre entre una vistosa y variada arboleda que dota al recorrido de una gran belleza paisajística, aderezada además con unas vistas espectaculares de la Sierra de La Concha y del Mediterráneo. El sello del genial diseñador vasco no sólo quedó reflejado en el espléndido recorrido, sino que suya también fue la elección del tipo de árboles y plantas que poblarían el campo, con la idea de poder disfrutar de especies en flor en cualquier época del año.

Este recorrido ha sido escenario de varios grandes torneos profesionales de carácter internacional. El primero fue el Benson and Hedges Trophy del año 1989, una competición mixta sancionada por los Circuitos Europeos masculino y femenino y que se saldó con triunfo español, de la pareja formada por Xonia Wunsch y Miguel Ángel Jiménez.

Aloha ha acogido además en tres ocasiones el Open de Andalucía, torneo del Circuito Europeo, y también un Open de España Femenino, perteneciente al Ladies European Tour. En el primero de los Open de Andalucía, disputado en 2007, se impuso el inglés Lee Westwood con un total de 268 golpes, 20 bajo par. Aquel triunfo supuso un punto de inflexión en su carrera, que culminó elevándolo al número uno mundial, destronando al mismísimo Tiger Woods un par de años después de su victoria en Aloha.

En 2008 la victoria en el club marbellí correspondió al francés Thomas Levet, con 272 impactos, tras un desempate ante Oliver Fisher. La tercera cita de ese torneo en Aloha aconteció en 2012 y se saldó con otra victoria francesa, la de Julien Quesne, con un global de 271 golpes.

El Open de España Femenino, disputado aquí en 2016, se saldó con el triunfo por primera vez de una española, y además de una jugadora malagueña que creció muy cerca de Aloha, Azahara Muñoz. La gran golfista marbellí se impuso, con 278 golpes, 10 bajo par, a la estadounidense Beth Allen por un golpe de diferencia en un final de torneo emocionantísimo.

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EL CAMPO

El recorrido de Aloha destaca por la exuberante naturaleza que salpica el trazado, que presenta calles anchas y greens difíciles. Para complicar el juego, en el medio de algunas calles se yerguen majestuosos árboles. Para jugadores que trazan derecho las calles, Aloha no debería de presentar mayores complicaciones, pero los pegadores potentes tendrán que pensárselo más de una vez al golpear la bola. El hoyo 1 es único por su belleza. El jugador tendrá que colocar todos sus golpes a la derecha para evitar el fuera de límites y poder acceder a un green tapado por bunkers.

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PRO-AM MIGUEL ÁNGEL JIMÉNEZ MEMORIAL ANDRÉS JIMÉNEZ

Este emblemático club marbellí, dirigido por el ingeniero agrónomo Juan Álvarez, es sede de uno de los pro-ams más antiguos de España, el Pro-Am Miguel Ángel Jiménez - Memorial Andrés Jiménez, antes Memorial Salvador Balbuena. Por cierto, el genial golfista de Churriana da nombre al primer hoyo de Aloha. El torneo ha cumplido este año su cuadragésimo aniversario.

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VIDA SOCIAL

Aparte de  un campo de indudable calidad, Aloha es reconocido por su animada, intensa y cosmopolita vida social. El club es privado –cuenta con alrededor de 1.200 socios, con múltiples nacionalidades representadas, predominando británicos, escandinavos y españoles– pero está abierto también a visitantes de green fee. Entre otras instalaciones, cuenta con gimnasio, piscina al aire libre, proshop, escuela de golf y restaurante. Andrés Jiménez, Juanjo Mangas e Iván Mangas imparten clases individuales, por parejas y en grupo. Los fines de semana y en los meses de verano la escuela infantil tiene un gran protagonismo, permitiendo a los más jóvenes poder practicar todos los lances del juego tanto en el driving range, como en el campo corto de 9 hoyos, ideal para estos fines.

El lugar de encuentro de los socios se asienta en la magnífica casa club, donde una amplísima terraza con vistas al campo, así como los confortables salones interiores, conforman un conjunto sumamente acogedor, que hace que sea difícil marchase y no ampliar un poco más nuestra estancia.

En un edificio colindante se encuentran las instalaciones del caddy master y los vestuarios. Estos últimos han sido calificados, en palabras del profesional Gonzalo Fernández Castaño, como “unos de los mejores vestuarios que hay en el Tour europeo”, lo que dice todo sobre su amplitud (disponen de sauna y sala de relax), su diseño, calidad y servicio.

Para mantenerse en forma, el club cuenta con el Aloha Fitness Club, donde se puede practicar multitud de actividades (pilates, yoga, entrenamiento de fuerza, bike, corebar, outdoor…) y dispone de entrenador personal.

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LA VISIÓN DEL PRESIDENTE

El presidente de Aloha Golf, Rafael Fontán, cuya exitosa labor al frente del club ha sido refrendada mayoritaria y repetidamente por los socios desde 2010, se muestra muy ilusionado con la celebración nuevamente del Open de España Femenino en este campo. “Para nosotros”, dice, “es un honor y una alegría que las grandes jugadoras del Ladies European Tour compitan aquí y disfruten de nuestra hospitalidad”.

“Este año”, continúa, “se ha aumentado la dotación en premios y esperamos que sea un éxito de participación de jugadoras de calidad. Además creemos que el éxito de Europa en la Solheim Cup puede animar a muchos aficionados a presenciar en directo el Open de España Femenino”.

Respecto al campo diseñador por Javier Arana, comenta que “está en unas condiciones muy buenas” y señala que “todo el mundo nos ha felicitado durante el verano”. Recalca que “tenemos un campo de Bermuda completo, de pared  a pared, y unos greens de Agrostis perfectos”.

Sobre la reforma en profundidad y redecoración de la que ha sido objeto la casa club, dice que “ahora tenemos las instalaciones propias del siglo XXI que Aloha requería”.

Respecto a la marcha del club, su presidente señala que “va muy bien, estamos muy contentos, tenemos un número importante de nuevos socios este año y sinceramente creo que todo lo que hemos hecho está contribuyendo a ese incremento”.

“El club”, añade, “sigue teniendo unos eventos sociales con una participación record, porque la verdad es que es increíble la cantidad de socios y de amigos de socios que vienen. Ha sido un verano muy positivo, el restaurante ha tenido muchísimos clientes y todo estamos muy satisfechos de cómo va el club”. 

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OBRA PÓSTUMA DE JAVIER ARANA

El diseñador vasco Javier Arana es una figura imprescindible del golf español. Aloha fue la última obra, inaugurada pocos meses después de su fallecimiento, en 1975, a los 70 años de edad.

Arana fue un pionero en la modernización del golf español, deporte al que llegó después de una brillante trayectoria en el mundo de la vela (participó en esta disciplina en los Juegos Olímpicos de Amsterdam en 1926). Campeón amateur internacional, capitán de los equipos nacionales, árbitro internacional, fundador de la Federación Española de Golf, principal diseñador de campos de golf de España y uno de los más reconocidos internacionalmente, algunas de sus obras están incluidas en muchas listas de los mejores campos del mundo.

El diseñador bilbaíno fue el responsable directo de una docena de campos, entre los mejores de España, todos ellos pensados para atraer a jugadores de todos los niveles gracias a la utilización inteligente de elementos de diseño para defender el par en una época donde resultaba imprescindible compatibilizar un buen diseño con la economía en construcción y conservación, elemento fundamental para Arana para disfrutar de golf.

Entre los grandes campos diseñados por Arana se encuentran, además de Aloha, El Saler, Cerdanya, Ulzama, El Prat, Neguri, Río Real, RACE, el recorrido negro del Club de Campo de Madrid y el campo sur de Guadalmina.

Sin formación académica en ingeniería o arquitectura (era abogado), aprendió de los ingleses un estilo que pondría en práctica haciendo un tercio de los campos que se construyeron en España desde después de la Guerra Civil hasta 1962. “La menor interferencia con la naturaleza es deseable, puesto que la naturaleza es el mejor arquitecto en la mayoría de los casos”, reflejaba Arana en uno de sus escasos escritos sobre sus principios. Son recorridos pensados no solo para el esfuerzo físico del jugador, sino para su habilidad mental, campos de “difícil par, fácil bogey”, destaca el autor.