Está considerado en prácticamente todos los rankings especializados como el mejor campo de golf del mundo. Augusta National, Cypress Point, Pebble Beach, St. Andrews o Muirfield son otros de los trazados más destacados en las listas elaboradas por publicaciones de golf tradicionales o de internet.

Lo cierto es que Pine Valley, enclavado en la localidad de New Jersey que le da nombre al club, es un campo que no deja indiferente a nadie. Son varias las razones de su merecido éxito. Por ejemplo, posee más hoyos de fama y calidad mundial que cualquier otro campo, tiene los greenes más cuidados, las mejores colecciones de pares 3, pares 4 y pares 5, los mejores tres hoyos de apertura y los mejores tres hoyos finales. O sea, lo tiene todo.

Este campo se convirtió en un punto de encuentro y debate para los diseñadores durante la conocida como Edad de Oro del diseño de campos de golf. La historia de Pine Valley Golf comenzó en 1912 cuando el empresario hotelero George Crump adquirió la finca donde se construyó el campo, que fue visitada por muchos arquitectos de golf, algunos de los cuales contribuyeron en mayor o menor medida a su diseño: Harry Colt, Hugh Wilson, George Thomas, William Flynn, Charles Blair Macdonald, Walter Travis, Robert Hunter, A.W. Tillinghast, Alister MacKenzie, Donald Ross, William Fownes, Charles Alison y Perry Maxwell. Todos ellos,  autores de la mayoría de los grandes campos de Estados Unidos, apreciaron que Pine Valley elevaba los estándares del diseño de campos de golf existentes hasta entonces.

Aunque Crump contrató a Colt como asesor, aunque consultó con muchos de los diseñadores antes citados y a pesar de morir –con sólo 46 años– antes de que cuatro hoyos del campo estuvieran terminados, no hay ninguna duda de que Crump se merece todo el mérito en el éxito de Pine Valley por la incorporación de tantos elementos del diseño clásico. Crump fue la persona que encontró la finca, la que vivió en ella, la que la preparó semana a semana hasta encontrar el ‘routing’ ideal, y la que supervisó al detalle la construcción de catorce de los hoyos. Fue, en fin, su auténtico diseñador. Pine Valley sería su primera y única obra, eso sí, magistral creación.

Cuando Crump, en 1909, descubrió la finca donde se enclava el campo de golf, de 75 hectáreas (750.000 metros cuadrados), el terreno, en una zona de pinares, se encontraba recubierto por arena que los fuertes vientos que soplaban en la zona habían depositado allí. Uno de los primeros diseñadores que vio la finca con Crump, Charles Blair Macdonald, dijo: “Aquí habrá uno de los mejores campos de golf del mundo... si crece la hierba”.

Crump siguió unos pocos principios básicos a la hora de diseñar el campo, par 70 de 6.400 metros: ningún hoyo debería correr paralelo al siguiente, no se jugarían más de dos hoyos seguidos en la misma dirección, y los jugadores no podrían ver más hoyos que el que estuviesen jugando. También pensó que una ronda de golf en su campo debería requerir el uso de todos los palos de la bolsa.

Crump, que conocía aquella zona por haberla visitado para practicar la caza, vendió un hotel que tenía en Filadelfia e invirtió el dinero en el campo. Hubo de dragarse el terreno pantanoso y se arrancaron 22.000 tocones con maquinaria pesada que funcionaba a vapor y utilizando cables tirados por caballos. Todo esto se estaba haciendo en una época en que la mayoría de los campos de golf se construían con un mínimo movimiento de tierras. Los primeros once hoyos se abrieron, de manera no oficial, en 1914, pero cuando murió Crump, en 1918, todavía no se habían completado cuatro hoyos (del 12 al 15). La fecha oficial de apertura del campo es 1918.

Pine Valley creció con más terreno posteriormente, hasta los 2,5 kilómetros cuadrados, de los cuales 1,7 se conservan como bosque virgen. Desde que murió Crump, el campo fue objeto de algunas reformas a cargo de varios grandes diseñadores. El club, que tiene un segundo campo, de diez hoyos cortos, diseñado por Tom Fazio y Ernest Ransome III, es de carácter estrictamente privado y los no socios sólo pueden jugar si son invitados y acompañados por un socio. Dos socios perdieron su calidad de tal por cobrar a unos invitados 10.000 dólares por jugar una ronda en el famoso club.

El diablo y el infierno

El club se precia de contar con uno de los más difíciles campos de golf del mundo, con un slope de 155 desde barras de campeonato. Las ‘marcas de la casa’ de Pine Valley son el “Hell’s half acre” ((Medio acre de infierno”), una extensa área de terreno estéril en el hoyo 7 que es probablemente el búnker más grande del mundo; el  “The devil’s asshole” (“El culo del diablo”), un búnker extremadamente profundo en el hoyo 10, y el famoso hoyo 18, que incorpora muchos elementos diferentes del golf en un espectacular final de recorrido. 

CURIOSIDADES

MUJERES SOCIAS. Para hacerse socio de Pine Valley es requisito indispensable ser hombre y contar con la anuencia del comité directivo del club. A las mujeres sólo les está permitido jugar los domingos por la tarde.

TORNEOS GRANDES. En su dilatada historia, el famoso campo de New Jersey nunca ha albergado un torneo del Grand Slam. La causa no es otra que la falta de espacio para albergar miles de espectadores.

TIGER WOODS. Curiosamente, el que fuera indiscutible e imbatible número uno del mundo durante muchos años, Tiger Woods, no ha jugado todavía en el considerado el mejor o uno de los mejores campos del mundo. Y no ha sido por falta de invitaciones precisamente.