4 de septiembre. Mediodía. Treinta y tantos grados a la sombra. Paseo Marítimo de San Pedro Alcántara (Marbella). Achicharrados. Y ahí está ella, como si nada. Recibe un homenaje de las autoridades locales por su trayectoria deportiva. Azahara Muñoz, curtida en la más dura competición deportiva, está acostumbrada a soportar el calor insoportable, pero... algo sucede. Se le quiebra la voz, las lágrimas pugnan por inundar sus mejillas... ¿Qué ocurre?

La impertérrita Azahara está a punto de desmoronarse cuando, en su alocución de agradecimiento habla de los esfuerzos y el apoyo incondicional que siempre, desde que empezó de niña a despuntar en el golf, sus padres le han brindado.

Está pasando unos días de vacaciones con su familia en su Marbella natal, pero eso no significa descuidar su entrenamiento. Ni mucho menos. Le solicitamos una cita para realizar unas fotos y tenemos que insistirle repetida y encarecidamente para que, finalmente, dé su brazo a torcer y nos dedique un poco de tiempo al día siguiente. ¿La razón para su resistencia casi numantina? No quiere alterar, ni siquiera por unos minutos, sus duras sesiones de entrenamiento.

Nos cita en Valderrama, el buque insignia del golf español, en los greenes donde los mejores jugadores del mundo han luchado denodadamente por intentar ganar la Ryder Cup, el Campeonato del Mundo American Express, el Volvo Masters...

Ahí está ella, la mejor golfista profesional española, pegando bolas en el driving range donde en su día practicaron Tiger Woods, Rory McIlroy, Phil Mickelson, Greg Norman, Sergio García, Olazábal, Seve, Faldo...

–¿Cómo ha cambiado tu vida desde que en tu debut profesional ganaras el Madrid Ladies Masters en octubre de 2009?

–Pues ha cambiado muchísimo... Ganar ese torneo me abrió muchísimas puertas. Para empezar, ya tenía Tour donde jugar al año siguiente, así que jugué la Escuela de la LPGA mucho más relajada. También me dio muchísima confianza... Me di cuenta e que también podía ganar a nivel profesional. Venía de jugar genial todo el verano, gané el British y demás, pero nunca se sabe como van a salir las cosas a nivel profesional.

–¿Qué te ocurrió la temporada pasada para que se rompiese tu racha ascendente desde 2010 en el LPGA Tour? Pasaste de 9 top 10 en 2012 a sólo 3 en 2013, tu resultado medio por ronda de 70,8 a 71,5 golpes y tus ganancias se redujeron casi un tercio.

–Estuve casi 10 meses sin ver a mi entrenador... Eso me hizo mucho daño. Y la pelota se fue haciendo más grande y perdí la confianza. Pero también estás comparando mi mejor año con el año siguiente, que al final fue tan bueno como los anteriores. El 2012 fue muy bueno en ganancias porque gané un torneo muy grande. Pero el año pasado acabó siendo prácticamente tan bueno en ganancias como los demás años; además gané un torneo en Europa y cerré el año con un segundo puesto en Taiwán, donde estuve muy cerca de ganar. Los primeros meses fueron malos, pero desde la Solheim todo fue genial.

–Este año parece que las aguas vuelven a su cauce y que estamos viendo de nuevo a la mejor Azahara: dos segundos puestos, dos cuartos en tus dos últimas intervenciones, ocho top 10... (después de hacerle esta entrevista ganó el Open de Francia)

–La verdad  es que este año está siendo increíble. Estoy jugando como nunca. Pegándole a la bola genial y, sobre todo, me encuentro muy cómoda en el campo, con confianza y disfrutando mucho. Estoy muy contenta con el año... Y tengo muchas ganas de terminarlo bien.

–Séptima en el Kraft Nabisco Championship, duodécima en el British Open, cuarta en el LPGA Championship, y todo esta temporada... ¿Ves cada vez más factible ganar un major?

–Pues creo que sí. Mi juego cada vez es más completo. Además intento mejorar siempre... Las cosas que no han ido bien o que veo que me fallan, pues me pongo con Marcelo a ellas. Todos estos torneos que estoy cerca del triunfo y que no ha salido al final me han servido para aprender. No es fácil estar ahí tampoco... Pero espero conseguirlo algún día. Sería un sueño.

-Tres victorias hasta ahora (Madrid 2009, Open de France 2013 y Base Match Play Championship en 2012). ¿Cuántas más se escaparon por muy poco?

–Pues creo que he tenido siete segundos puestos en el LPGA hasta ahora. Igual en dos de ellos no tuve opciones, pero en los demás sí. Y en algún tercero y cuarto puesto también. Pero, como te he dicho, antes de todo se aprende... A veces igual me pueden las ganas que tengo. Pero cada vez me encuentro mejor en esas situaciones y me encantan. Disfruto. Así que ojalá pronto llegue otra.

–Observando el ranking mundial se ve que las jugadoras asiáticas ya no dominan como hasta hace poco las primeras posiciones (tres frente a tres americanas, dos europeas, una australiana y una neozelandesa en los diez primeros puestos). ¿A qué crees que se debe esta circunstancia?

–Pues no sé muy bien por qué. Creo que hemos aprendido que hay que trabajar tanto como ellas. El talento cuenta, pero el trabajo también. Así que nos hemos puesto todas a entrenar más y a intentar mejorar nuestras debilidades. ¡Por lo menos yo!

–Beatriz Recari, Carlota Ziganda, Belén Mozo... ¿cómo ves las carreras de tus compatriotas en el LPGA Tour?

–Beatriz ha ganado varias veces, y Carlota y Belén yo creo que van a explotar dentro de poco. En cuanto hagan un torneo bueno, que cojan confianza, les empezará a salir todo más fácil. Son muy buenas y pueden ganar.

–La crisis de esponsorizaciones ha hecho gran mella en el LET. ¿Qué futuro auguras a este circuito?

–Pues no lo sé. Es una pena. Yo juego siempre que puedo. Lo que pasa es que tenemos tantos torneos ahora en el LPGA que es supercomplicado. Yo espero que mejore la cosa porque no me gustaría ver como siguen perdiendo torneos.

–Cursaste la carrera de Sicología. ¿Te han servido para algo esos conocimientos a la hora de competir?

–Todo el mundo me pregunta lo mismo... Pues no. No estudié Sicología deportiva. Para eso hay que hacer un master. Yo centré mis asignaturas en Sicología del desarrollo. Estudié el desarrollo desde bebé a adolescentes, enfermedades que hay y demás.

–Con tanto tiempo fuera de España, ¿qué es lo que echas de menos de tu país?

–Muchísimas cosas, pero sobre todo a mi familia. Soy muy familiar y me duele mucho estar siempre lejos de ellos. Pero nos vemos siempre que podemos y con skype y mensajes se lleva mucho mejor.

–¿Cuáles son tus recuerdos más vívidos de tus primeros pasos golfísticos en San Pedro Golf y Guadalmina?

–Me acuerdo mucho de lo bien que lo pasábamos. Éramos un grupo grande de niños y después de las clases nos íbamos a jugar a cualquier cosa. Creo que por eso desde el principio me enganché. Los fines de semana se nos hacía de noche jugando al fútbol, aprochando, pateando... Teníamos un grupo buenísimo. He tenido muchísima suerte con eso. Y luego íbamos todos a torneos en un autobús grande. ¡Nos lo pasábamos en grande!