"NUESTRA APUESTA POR EL GOLF ES FIRME Y TOTAL”

Para la Consejería de Turismo de la Junta de Andalucía, el golf es un segmento clave de la oferta turística de esta comunidad, y por eso lo apoyan decididamente, sin complejos ni reservas, y van a continuar patrocinando los grandes torneos profesionales que se juegan en la región. Para el viceconsejero de Turismo de Andalucía, Manuel Alejandro Cardenete, la comunidad autónoma aún tiene margen para seguir creciendo en número de campos y consolidarse como el gran destino de golf de Europa.

–El golf puede ser –al menos eso espera el sector– uno de lo segmentos turísticos que antes recupere su actividad plena en cuanto comiencen los vuelos y haya una sensación de ‘normalidad’. ¿Qué importancia conceden al turismo de golf desde su Consejería”?

–El golf es para nosotros fundamental, uno de los segmentos fuertes de nuestra gran y variada oferta turística global. Afortunadamente ya hemos dejado atrás el turismo de sol y playa como ‘único’ paradigma de nuestro turismo, aunque siga siendo esencial y no lo debemos minusvalorar.

Según datos que manejamos en la Consejería, son más de 3.350 los empleados directos del sector, y en Andalucía se consumen unos tres millones de green fees al año. Hay un gran movimiento turístico alrededor del golf y, además de los andaluces y residentes en Andalucía, decenas de miles de personas vienen única y expresamente para jugar al golf.

Con el número de campos que tenemos, que es aproximadamente una cuarta parte del total de España, y nuestro clima, que permite jugar todo el año, el turismo de golf es esencial para nuestra oferta global. Desde luego nosotros vamos a seguir apostando por él y apoyándolo sin ningún tipo de complejos.

–El golf es, como señala, un segmento turístico estratégico para Andalucía, ¿pero cree que la sociedad andaluza entiende la importancia que tiene para nuestra economía?

–A pesar de que contamos con unos 45.000 federados –yo soy uno de ellos, aunque últimamente los palos los tengo literalmente en el trastero– y que podría decirse por el número de practicantes que el golf es uno de los deportes mayoritarios que hay en Andalucía, todavía creo que hay un concepto del golf, y no solo aquí, que es en cierta forma negativo, con algunas dosis de prejuicios.

Esto es algo que no ocurre en otros países de Europa, como Gran Bretaña, Irlanda o Suecia, por ejemplo, donde jugar al golf en campos públicos o privados es un divertimento habitual en pandillas de jóvenes, como aquí podría ser el fútbol u otros deportes de masas.

Esta carga negativa del golf podría deberse a distintos factores, incluso en algunos momentos se ha podido ver como ligado a la especulación inmobiliaria, a la cultura del crecimiento económico muy especulativo, etc.

Se ha generado en torno al golf un halo de deporte elitista, aunque practicar este deporte no necesariamente sea más caro que practicar otros. No todo tiene que ser campos de golf privados; en Andalucía empieza a haber algún campo público, pocos todavía, pero incluso los hay privados donde los accesos y precios son asequibles.

De todas formas, hay que reconocer que sigue habiendo un cierto nivel de elitismo en el golf en España, pero como en tantos otros deportes.

–Andalucía cuenta con una cuarta parte de los campos de golf de España. ¿Se puede decir que ha tocado techo el número de instalaciones?

–Decir esto en plena pandemia es complicado, pero si a pesar de la situación nos siguen entrando para tramitar nuevos proyectos de inversión relacionados con el golf, yo diría que todavía no se ha tocado techo.

¿Que puede haber zonas donde ahora mismo se ha llegado a un tope de concentración de campos? Es posible, pero creo que no. Si observamos el mapa, vemos que en la zona oriental hay muchos campos mientras que en la occidental todavía no. Hay margen para seguir creciendo en toda Andalucía y consolidarnos como el destino de golf de Europa.

–¿Conoce algún nuevo proyecto de golf que se esté tramitando?

–Hace unos meses comenzó a gestionarse el proyecto Valle del Golf Resort en Mijas, que fue declarado de interés turístico y ahora lo hemos redefinido como proyecto de interés estratégico. ¿Por qué? Porque va vinculado a una acción en la que no solo se contempla un campo de golf sino una gran inversión paralela que al final va a aportar riqueza y empleo a la zona.

El año pasado, justo antes de la declaración del estado de alarma en marzo, la Junta sacó un decreto ley de “simplificación administrativa” en el que se revisaron casi un centenar de normativas, una de ellas propuesta por nuestra Consejería por la que se eliminaba la declaración de campos de golf de interés turístico, porque era una normativa farragosa donde se intentaba hacer algo que en principio podía parecer positivo, centralizar todo lo relativo a una licencia para hacer un campo de golf, pero cuando se conseguían todos los permisos y licencias había que volver al Ayuntamiento de turno y comenzar de nuevo todos los trámites. No se hizo ningún campo con aquel decreto.

Decidimos, por tanto, simplificar y que se favorezca la inversión. Hemos llevado ya a la Mesa del Consejo de Gobierno que una inversión vinculada a un campo de golf sea un proyecto de interés estratégico. ¿Qué significa esto?, una vía rápida de tramitaciones, para entendernos, una agilización de los procesos en todos los aspectos. A todos ellos les adscribimos  lo que nosotros llamamos un “project manager”, es decir, designamos una persona que se va a ocupar del proyecto y facilitar al promotor todo lo relativo a él. No vamos a entorpecer sino a promover. Y esto no solo para campos de golf: también para otras inversiones turísticas.

–En el mundo hay unos 60 millones de golfistas, más de 7 millones en Europa, donde están nuestros principales mercados emisores. ¿De qué forma cree que podríamos hacerles llegar la oferta de golf de Andalucía?

–Los datos indican que siete de cada diez turistas de golf que nos visitan son extranjeros, británicos en un 30%, seguidos de nórdicos, alemanes, etc. ¿Qué hacemos nosotros, en grandes líneas, para llegar a ellos? En primer lugar, trabajamos estrechamente con los turoperadores y mantenemos acuerdos con ellos para que los golfistas vengan con un paquete completo; organizamos fam-trips con agentes, prescriptores. etc., para promocionar y mostrarles nuestra oferta; participamos en grandes eventos internacionales, ya sean ferias generalistas como la WTM de Londres o la ITB de Berlín, o ferias más sectoriales como la IGTM u otras. En definitiva, intentamos que el segmento de golf sea uno de los más destacados y promocionados en el exterior de la oferta turística de Andalucía.

–¿Va a seguir apoyando la Consejería los grandes torneos de golf profesionales que se disputan en Andalucía, como el de Valderrama o el Open de España Femenino?

–Nuestra apuesta, como he señalado, por el turismo de golf es total y esto implica también hacer de Andalucía la zona de referencia internacional para la realización de grandes eventos.

Lo que hicimos el pasado año, en colaboración con Valderrama, para seguir adelante con el torneo Estrella Damm Andalucía Masters en aquellas circunstancias, sin público, etc., es una prueba de que nosotros estaremos siempre ahí. Porque cada vez que se hace un torneo de golf de estas características la imagen y la marca Andalucía llegan a través de la televisión a decenas de millones de aficionados a este deporte y visitantes en potencia.

También, por supuesto, es importante la repercusión directa del propio torneo. Valderrama tuvo en 2019 más de 40.000 espectadores (2020 fue un año atípico porque no pudo haber público), y esto implica un apoyo importante a la economía del entorno local.

Seguimos, y seguiremos, apostando por el torneo de Valderrama y nuestra buena relación con ellos. También hemos hecho una apuesta firme por el Open Femenino de España, que está vinculado a que Andalucía sea la sede en 2023 de la Solheim Cup, un torneo que sin duda marcará un antes y un después en el posicionamiento mundial de nuestra oferta de golf, como sucedió en 1997 con la Ryder Cup.