Una de las cosas de las que más orgullosos se sienten en el prestigioso resort costasoleño Finca Cortesín es de su Jack Nicklaus Golf Academy. Su director de Instrucción, Ricardo Jiménez Eliaeson, descubre en estas entrevista algunos secretos sobre su vida en el golf y en la enseñanza.

Nació Ricardo en Estocolmo, Suecia, se mudó a España cuando tenía tres años y ha estado viviendo aquí desde entonces. “Comencé a jugar al golf en 1986 en Torrequebrada”, rememora, “y, lo creas o no, mi primer maestro fue Miguel Angel Jiménez. Le debo mucho a la familia Jiménez y a Torrequebrada, ya que sin su apoyo en mi juventud nunca hubiera jugado  al golf. Hice todo tipo de deportes en mi juventud, pero cuando probé el golf me enganché de inmediato. Desde el principio, entendí que nunca podría dominar este fantástico juego y que no estaba jugando contra otros jugadores, sino que estaba jugando contra el campo de golf, y creo que esa fue una de las mejores lecciones que recibi de Miguel Ángel Jiménez”.

–¿Cuándo supiste por primera vez tenias ese “algo” para competir en golf?

–Esta es una de esas preguntas que es muy difícil de responder pero, en mi caso, siempre supe que podía ser un jugador muy competitivo porque me encanta la competicion. Me considero buen competidor pero, dicho esto, una cosa es jugar entre aficionados y otra muy distinta jugar contra profesionales. Recuerdo un torneo en el que pegue dos drives consecutivos al rough de la izquierda. En ambas situaciones, mi pelota estaba hundida en el rough y tuve que usar mi Sw para intentar dejarme una distancia aproximada de 100 metros a la bandera. En ambos golpes, dejé mi bola dada. Es ahí cuando supe que podía convertirme en un buen jugador. Anteriormente siempre pensaba que fallar la calle era un boguey inmediato.

–Siendo director de Instrucción en Jack Nicklaus Academy, ¿cómo ayuda esta asociación en tu enseñanza y a la mejora de tu alumnos?

–Siempre he tenido la suerte de estar rodeado de grandes maestros. Muchos de ellos eran más profesores técnicos, mientras que algunos eran más profesores de sensaciones o psicologos. También tuve la suerte de haber visto a los mejores profesores del mundo en los últimos 20 años y, juntos, me dieron una buena comprensión de la perspectiva global.

El golf no se trata de enseñar tecnica; se trata de enseñar a las personas. Si enseñas a la persona, puedes ayudarles a mejorar su juego, pero si enseñas solo tecnica, será muy difícil conseguir buenos jugadores y mejorar su juego. Todos somos diferentes, tenemos diferentes constituciones, pensamos de manera diferente, entendemos de manera diferente, aprendemos de manera diferente, por lo tanto, tenemos que adaptarnos a nuestros alumnos. Nicklaus Academies me ayudo a presentarr un mensaje más simplificado y comprensible a los alumnos. En general, los profesores hacemos que el golf sea demasiado complicado y usamos una terminología que no ayuda, por lo que me considero más como un coach que desarrolla las hablidades del alumno. Si un alumno puede mejorar sus habilidades en todos los departamentos del juego, entonces creo que estará mas contento, ya que mejorara su score. Esa es mi pasión, hacerlos mejores.

–¿Cuál es la mayor alegría que obtienes de enseñar golf?

–Probablemente no lo creas, pero la mayor alegría que obtengo de la enseñanza es cuando puedes hacer que los jugadores golpeen la bola como los jugadores del Tour (con esto, me refiero al sonido del palo golpeando la bola primero y a la hierba despues) y luego se giran hacia mi con una gran sonrisa en su rostro y me dicen “¡¡Qué golpe!!”.

–¿Qué es lo que te gustaría enseñar a tus hijos sobre el golf y que les pueda ayudar a lo largo de su vida?

–El golf es como la vida: un largo camino con muchos obstáculos en el viaje. Te vas a caer muchas veces y tienes que aprender a levantarte y seguir caminando. Hazlo paso a paso, aprende a sufrir, lucha  y disfruta del viaje porque es cuando aprenderas sobre ti y tu juego y tu vida.

–Cuéntanos una historia sobre tu últimas vacaciones no relacionada con el golf.

–Desde que tenía 20 años, siempre tuve el sueño de ir de vacaciones a la Selva Negra en el sur de Alemania. El año pasado, sabiendo que mis hijos estaban creciendo, planeamos el viaje a la Selva Negra y los Alpes austríacos para poder pasar 10 días viajando en coche y viviendo juntos. Fue una experiencia fantástica que recomiendo a todos. Fue fantástico poder pasar unos momentos tan agradables con mi mujer e hijos, y nos enamoramos de la Selva Negra y los paisajes austríacos.

Ricardo  descubre algunos secretos sobre su vida en el golf y en la enseñanza:

“Fui jugador profesional durante 25 años, jugué principalmente en el Circuito Nacional, el European Challenge Tour, y también jugué torneos del European Tour. Tuve la suerte de jugar con muchos de los mejores jugadores de la época. Esa fue una parte increíble de mi vida y estoy muy agradecido a todos mis compañeros profesionales de los que tanto aprendí”.

“Mi único objetivo era ganar suficiente dinero para poder jugar el siguiente torneo, pero también llego el momento de pensar en formar una familia y cuando llegó ese momento, por supuesto, me di cuenta de que tenía que encontrar un trabajo más estable. Abrí una academia de golf en Marbella que despegó rápidamente y tuvimos cierto éxito y tuve la suerte en ese momento poder compaginar la enseñanza y la competición”.

“A principios de 2006, recibí una llamada de Javier Reviriego, Director de Golf de un nuevo proyecto llamado Finca Cortesín. Vine, jugué el campo y me ofrecieron un trabajo que simplemente no podía rechazar. ¡El proyecto era simplemente increíble! y el resto, como dicen, es historia. Son 14 años en Finca Cortesín al que estoy muy agradecido por la confianza depositada en mi en todos estos años. De alguna manera, me preparé toda mi vida para conseguir este trabajo. Estoy 100% convencido de que la formación es un factor clave para convertirme en un buen maestro y cuando jugaba de manera competitiva, pasaba todo mi tiempo estudiando, asistiendo a seminarios, observando a los mejores instructores y preparándome en diferentes áreas para convertirme en el mejor profesor de golf posible”.

–¿El mejor consejo que recibiste de un profesional del Tour?

–El mejor consejo que tuve fue de mi gran maestro y amigo escocés Don Ross. Yo era un jugador muy técnico y estaba en medio de una gran crisis de juego. Fue tan dura que estaba pensando en dejar el golf competitivo. El fue mi maestro en la última parte de mi carrera de aficionado y nunca golpeé a la bola e hice tantos buenos resultados como esa parte de mi vida. Don regresó a España después de seis años trabajando en el extranjero y me llamó y me dijo que fuera a verlo a Montecastillo. Cuando vio mi swing y la forma en que estaba golpeando la pelota y actuando en el campo, no lo podía creer. Había perdido mi esencia y mi resiliencia en la búsqueda del swing perfecto. Me miró profundamente a los ojos y me dijo que dejara de pensar y que simplemente me concentrara en pegar a la bola al objetivo. Pasé el mes siguiente con ese único pensamiento en el campo de golf y realmente funcionó. Fui el ejemplo perfecto de un jugador que se había perdido tratando de alcanzar la perfección.

–¿Qué ejercicios haces para calentar?

–El ejercicio principal en el que me centro es en estiramientos. Soy un verdadero creyente de que cuanto más flexible seas, más tiempo podrás jugar a tiempo, especialmente cuando seas mayor. También hago ejercicios funcionales y ejercicios de fuerza.

–Describe tu juego de golf en cuatro palabras.

–Re-si-len-cia.

–¿A qué jugador del Tour se parece más tu juego?

–¡A todos los jugadores que fallan muchos greens en regulación!

–¿Cuál es tu recuerdo favorito al ganar a tus compañeros profesionales de golf en un torneo?

–En 2003, gané un gran torneo en el circuito español donde vencí a Pablo Larrazabal el último día. Jugamos juntos en el último grupo el domingo y nunca en mi vida sentí tanta presión en mis antebrazos como cuando tuve un putt de un metro para ganar el torneo. Me retire de la bola, respiré hondo y volví a hacer la rutina y emboque el putt. El trabajo estaba hecho. Recuerdo conducir a casa y estar muy orgulloso al haber terminado el primero de 144 jugadores que jugaron esa semana, y eso nunca cambiará. Fue una sensación genial.

–Has sido un miembro vital del equipo de Finca Cortesín durante 14 años. ¿Cuéntanos algo que el golfista medio no sabe sobre el campo de golf de Finca Cortesín?

–Finca Cortesín es un campo de golf increíble y todavía estoy tratando de aprender cómo jugarlo. Me encantan los campos que te exigen jugar todos los palos de la bolsa y Finca Cortesín es uno de ellos. Desde el tee de salida tienes que ir largo pero preciso y debes aprender a atacar a la bandera, con eso quiero decir, que a veces tienes que jugar lejos de las banderas si no quieres arruinar la vuelta. Cuando llegas al green, debes estar en la parte correcta si quieres evitar hacer tres putts, y si fallas el green, tu juego corto debe ser preciso y creativo. Si aprendes a jugar el campo de la manera que el diseñador quería que jugáramos, entonces es posible hacer resultados. Si realmente quieres disfrutar de la vuelta, olvídate de ser agresivo y piensa en cómo puedes poner la pelota en juego y jugar a la parte mas ancha del green. Para hacerlo, debes conocer las fortalezas de cada hoyo y cuáles son sus debilidades. Nunca intentes jugar con las debilidades de tu juego contra el punto fuerte del hoyo.