Sólo observándolo, uno se hace la idea de la magnitud del proyecto de ampliación del campo de golf El Higueral. Y es que un puente así es algo único en un campo de golf. Se ha hecho para unir los actuales nueve hoyos con los futuros nueve que completarán un recorrido de 18 hoyos en un enclave natural privilegiado de la Costa del Sol, en Benahavís.

Rod Bastard, director del Marbella Club Golf Resort y El Higueral y diseñador de este último campo y de los otros nueve hoyos que completarán el recorrido de 18 hoyos, explica suscintamente en qué consiste la espectacular infraestructura. “En vez de hacer un puente normal de hormigón”, dice, “hemos querido hacer algo emblemático además de útil y creemos que será un interés añadido a la belleza del río. Mide casi noventa metros y tiene el estilo de un puente de ferrocarril con terminación de óxido envejecido que no se degradará con el tiempo. Además de los buggys, tiene la anchura necesaria para que pueda pasar maquinaria.

–¿Qué se puede desvelar de la futura ampliación de El Higueral?

–El diseño está hecho, pero estamos pendientes de la aprobación del Plan General de Ordenación Urbana de Benahavís, que está en manos de la Junta de Andalucía. Todos los años hay noticias de que se va a desbloquear, y en teoría este año podría ser realidad. Con la ampliación, el campo tendrá 18 hoyos, casa club, campo de prácticas y una situación inmejorable junto a la carretera y el pueblo de Benahavís. Será un campo muy bonito y creo que será algo bueno para la Costa del Sol. La idea es empezar este año, y el campo podría estar abierto entre año y medio y dos años después.

 

Coste de 1.300.000 euros

El puente ejecutado es metálico, del tipo arco, con apoyos empotrados sobre cimentación directa al terreno, con ayuda de micropilotes en la margen derecha. La luz (longitud libre) del puente es de 85 metros, no conociéndose en Europa un puente de similares características cuyo uso sea sólo para un campo de golf. La inversión ha sido de unos 1.300.000 euros, y se han necesitado más de 150 toneladas de acero denominado corten de máxima calidad, con la ventaja de que este tipo de acero no necesita ningún tipo de mantenimiento, puesto que se autooxida, creando una capa de protección permanente ante los agentes externos, con el característico color rojizo que adquiere. La principal singularidad del puente es que se monta entero en el emplazamiento, para luego mediante un sistema de grúas elevarse hasta su colocación sobre la cimentación, operación que necesitó prácticamente de 18 horas de continuo control y seguimiento.

La redacción del proyecto ha corrido a cargo de José Manuel Domínguez Cabello y Pablo Cabrera Martínez,. El director de la obra ha sido Pablo Cabrera Martínez.