Apenas le faltaron unos centímetros para embocar el eagle que hubiera forzado un playoff, pero esta vez la bola no quiso entrar y Jon Rham se tuvo que conformar con una segunda plaza en el torneo en el que, en 2017, empezó su carrera de triunfos como profesional: el Farmer Insurance Open. El australiano Marc Leishman se hizo con la victoria y los 1,3 millones de dólares que llevaba aparejada. Rahm, con algo más de 800.000 dólares de consuelo, sumó los puntos necesarios en el ranking mundial como para poder convertirse la semana que viene en el número uno del mundo si se dan dos circunstancias: que gane el Waste Management Phoenix Open (se juega muy cerca de su casa) y que el actual número uno del mundo, Brooks Koepka, no quede entre los tres primeros en Arabia Saudí, donde jugará el Saudi International. 

Rahm, actual número tres del mundo (Rory McIlroy ocupa en el ranking la segunda plaza tras Koepka) está disfrutando una racha de juego y resultados espectaculares, ya que, con ésta del Farmer Insurance, es la quinta vez en los últimos siete torneos en el que el de Barrika acaba entre los dos primeros.

El jugador español salió con un doble sabor amargo del Farmer: por una parte, por no haber ganado, y por otra, por haber creído erróneamente que con el birdie que embocó en el 18 forzaba el playoff. Y es que Rahm no sabía que Leishman había hecho birdie en el 18 y que, por lo tanto, necesitaba un eagle para nivelar el marcador. "Creía que (Leishman) había hecho par porque no escuché gritos ni aplausos del público. Estaba convencido. Queda una sensación agria”, dijo el vizcaíno.