El core se refiere a algo más que sólo abdominales. Abarca la musculatura entera del torso, incluyendo los abdominales, los oblicuos, los erectores, los glúteos, los flexores de la cadera, el dorsal y los aductores. El core actúa en los hombros, escápulas, columna, pelvis, y caderas. En la columna puede producir, puede reducir, y puede resistir la flexión, extensión, flexión lateral, y rotación de la columna. Es responsable de transmitir las fuerzas desde del tren superior al tren inferior. Además un core más fuerte puede mejorar el rendimiento y puede impedir lesiones.

El concepto de core no debería entenderse como generador de potencia muscular, sino que las estructuras osteoarticulares y músculos que la componen, coordinados por el sistema nervioso deben desarrollar la función de controlar y/o estabilizar el tronco y con ello permitir que las extremidades puedan transmitir fuerza de forma adecuada.

En golf, poseer un buen core no sólo es importantes para evitar molestias (sobre todo en la zona baja de la espalda) o lesiones, sino también para mejorar el rendimiento. Un core eficiente reducirá el margen de cometer errores técnicos, como por ejemplo:

Pérdida de ángulos: La habilidad para mantener el ángulo de la espalda durante el swing es directamente proporcional a la fuerza y equilibrio de los músculos centrales (CORE) y glúteos. Éstos son los reyes del equilibrio de la espalda y nos ayudan a mantener el trinco flexionado hacia adelante durante el swing.

Extensión anticipada: Una buena estabilidad central (core), nos va a ayudar a controlar la orientación pélvica en el swing y una posición pélvica equilibrada a su vez, va a prevenir que la parte superior del cuerpo se desplace hacia adelante.

Bajar por fuera de la línea (Over the top): La estabilidad central (Core) es esencial para mantener la estabilidad de la postura y del tronco. La pérdida de posición (hombros planos o columna encorvada) puede provocar que el cuerpo y los brazos líder en la secuencia de transición para ayudar a que el cuerpo se recupere tras la rotación.

Éstos son sólo algunos de los errores que se pueden cometer si no entrenamos adecuadamente esta zona clave, tanto para el golf, demás deportes e incluso para la vida diaria.

A continuación le muestro algunos ejercicios para poder entrenarse. Recuerde que son sólo ejemplos ya que los mismos deben ser seleccionados por un profesional cualificado según características de cada persona.